LA PATRIA | MANIZALES
La desaparición de un estudiante de geología en la noche del miércoles pasado, en la reserva Río Blanco, puso en alerta a los cuerpos de socorro de Manizales. El joven, identificado como Duván Felipe Peláez, logró comunicarse con la línea 123 y contar que no lograba salir del bosque, por lo que se inició su búsqueda.
Hacia las 8:30 de la noche, unidades del Cuerpo de Bomberos y de la Cruz Roja arrancaron con el rastreo por el sector de Las Cascadas. Sin embargo, durante el recorrido, a las 11:30 de la noche, dieron con otro hombre, quien parecía desorientado, no era capaz de hablar y tenía indicios de hipotermia y deshidratación.
Lo trasladaron a un hospital. Un guardabosques contó que una joven estuvo un día antes buscándolo, pero no dio mayores detalles. Se desconoce la identidad del señor, de aproximadamente 40 años.
"Lo encontramos en el sector de La Pesebrera, estaba a un costado de un sendero, no sabemos lo que buscaba, portaba una chaqueta llena de rocas, ya llevaba tiempo ahí", explicó un rescatista.
Las labores continuaron con Duván Felipe, pero la comunicación se perdió hacia la 1:30 de la madrugada de ayer. Con los datos que obtuvieron lo buscaron por senderos cercanos, sin resultados.
A las 7:00 de la mañana, los rescatistas recibieron una llamada que les confirmó la ubicación del joven en el control de busetas del barrio La Cumbre. Hasta allí llegó una ambulancia que lo transportó hasta una clínica, también con hipotermia y deshidratación.
La frase
"Es una gran prueba que los milagros existen y que Dios puso a estos socorristas en el lugar correcto para encontrar a este hombre".
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