El cuerpo de Jesús Óscar González Castaño fue hallado, identificado y entregado ayer a su familia en Mocoa. Su esposa, Claudia Salazar, lo buscaba desde el pasado 31 de marzo, cuando la avalancha que arrasó la capital del Putumayo, los separó.
Ella aún no sabe de su hija María Alejandra, de 14 años, y espera los resultados de ADN para saber si el cuerpo de una bebé que otra familia reclamó correspondía a la de su hija Sofía, de 4 años. Su otro hijo, Andrés Felipe, de 18 años, sobrevivió a la tragedia.
Hoy esperan que llegue el cuerpo de Óscar a Filadelfia, donde hace 25 años Claudia y él se conocieron en el corregimiento de La Paila.
La familia vivía desde el 2008 en Mocoa. Él se dedicó a administrar billares y a organizar campeonatos, ella, auxiliar de odontología, laboraba en almacenes.
Diciembre del 2017 era el mes en el que Claudia, Jesús, Andrés, María Alejandra y Laura Sofía regresarían a su tierra natal, se radicarían en Manizales, cerca del resto de su familia, pero el viaje se les adelantó.
Vecinos del río
El barrio Los Laureles, en donde residían Claudia y su familia, desapareció. Ubicado en el noroccidente de Mocoa, a dos cuadras pasa el río Mocoa y frente a su casa, una quebrada.
Confusión en la entrega
A la familia del conductor caldense Ancízar Cárdenas, también muerto en Mocoa, les entregaron el cuerpo que no correspondía. Él tuvo caravana y honras fúnebres en Villamaría. Luego Medicina Legal le explicó a la familia del muerto que hubo una confusión en la entrega.
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