LA PATRIA | MANIZALES
"Échame la bendición, reza por mí. Tienes que explicarle a la profe que nos fuimos por muy poco. Gracias por todo mamá, te extrañaré. No te alteres, no quiero que te dé algo". Esta es la carta de despedida que una madre de Villamaría encontró sobre la cama de su hijo, de 13 años, el pasado miércoles.
Ella y otras tres mamás se preocuparon porque sus descendientes, de la misma edad, no regresaron del colegio a la hora que normalmente lo hacen. Sin embargo, alguien les contó que los adolescentes abordaron el cable aéreo, con rumbo a Manizales.
Luego lograron ubicarlos alojados en una residencia de la carrera 24, donde ya habían pagado $45 mil. La madre que se comunicó con LA PATRIA relató, en medio del llanto, que le preocupa qué iba a hacer su hijo, si fue contactado por alguien por celular o redes sociales, o si se lo iban a llevar a trabajar a algún sitio prohibido.
"No deben darles tanta libertad a los hijos. No facilitarles celulares a tan corta edad, saber qué hacen ", expresó la angustiada mujer.
Después de mediodía, por mensajes, los muchachos armaron un plan para encontrarse en el parque de Villamaría, se fueron a buscar un hospedaje, se pintaron el pelo, se pusieron piercing y pensaban irse para Santa Rosa o Medellín, aseguró la madre, según el relato de su hijo.
"Le marqué al celular, pero no contestaba. Nos unimos las mamás, supimos de ese sitio y llegamos hasta la residencia a recogerlos. Nunca pensé que mi hijo hiciera eso. No me dejaba mirar el celular, ni saber dónde viven los amigos", agregó.
La Policía confirmó que ayudó a ubicar a los menores de edad y se los entregó a sus padres. Indicó que investiga por qué los jóvenes se fueron de sus casas, pero descarta que sea trata de personas.
La madre manifestó que su hijo le prometió reflexionar, pero a la vez le pidió que lo entendiera en su forma de ser y actuar.
El ICBF recomienda a los padres un monitoreo constante de sus hijos en redes sociales y que conozcan a las personas con quienes más tratan, pues personas malintencionadas se hacen pasar como niños para generar confianza y los hechos pueden desencadenar hasta en casos de abuso sexual. Además, dialogar mucho con ellos sobre sus gustos, dudas y preocupaciones.
La web www.teprotejo.org, adscrita al Gobierno, explicó que en el 2016 hubo 8 mil 221 reportes de denuncias por vulneración de los derechos de niños y adolescentes en las redes. El 5%, por ciberacoso y el 59% por publicación de pornografía infantil.
El año pasado, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia indicó que los padres pueden revisar las cuentas de correos electrónicos y redes sociales de sus hijos menores de edad, sin su autorización, siempre y cuando sea para protegerlos.
Según la Universidad de La Sabana, los padres de familia deben entender que no pueden saber todo lo que pasa en la vida de los hijos, pero sí dejarles claro cuáles son los riesgos a los que se exponen.
Lo ideal es que desde el principio los menores de edad ingresen al mundo digital acompañados de sus padres, quienes deben ser los que los guíen y capaciten en el manejo de los contactos y les indiquen las restricciones que tienen las compañías como Facebook y Twitter con el acceso de menores de edad.
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