LA PATRIA | MANIZALES
El tema Vagabundo, borracho y loco, del ecuatoriano Segundo Rosero, retumbaba ayer en la casa de la esquina de la carrera 30 con calle 19B, del barrio 20 de Julio, de Manizales. "...y ella se fue, me abandonó..". En ese preciso instante, por unas escaleras contiguas que conducen a una fila de viviendas, agentes del CTI de la Fiscalía bajaban con alias La Gorda, sindicada de ser la jíbara más reconocida de ese sector.
Detrás de ella iba un perro, Niño, que se negaba a desampararla. "Llamen a Niño, llevénselo para la casa. Niño, pa' arriba", gritó la señora mirando hacia su vivienda, mientras era conducida a un vehículo del CTI.
El operativo sorpresa, en el que participaron 40 hombres del Ejército y del CTI, más dos motorizados, arrancó desde las 9:36 de la mañana.
En las ventanas vecinas, los habitantes del barrio curioseaban con lo que pasaba y hablaban entre sí. En los alrededores del barrio, a unos 20 metros a la redonda, se situaron personas armadas para proteger a quienes hacían el operativo.
La Personería también se hizo presente. Se requiere esa cantidad de hombres porque no se sabe qué reacción puede tener el sindicado, sus familiares o vecinos, según dijeron las autoridades.
A La Gorda le encontraron droga de todo tipo en su casa, después de una revisión minuciosa. Mientras esto pasaba, los vecinos subían y bajaban por la estrecha vía, mientras los curiosos aguardaban en sus ventanas el desenlace.
"Se llega a estos operativos por la denuncia de la comunidad, que se cansa de ver cómo venden vicio sin ninguna restricción", explicó un integrante del grupo.
A las 10:50 a.m. culminó el operativo. La Gorda, con tristeza en su rostro, descendió unos 20 metros, con la cabeza gacha, hasta llegar al carro del CTI, que la esperaba. Se montó y así mismo lo hicieron los integrantes del grupo. En un dos por tres el barrio volvió a la normalidad y la gente siguió en su cotidianidad.
La cantidad de droga hallada no se había establecido anoche, pues faltaba el pesaje que hacen las autoridades.
La Gorda tiene antecedentes y ya pagó una pena de 32 meses por tráfico, porte y fabricación de estupefacientes. El esposo, que estaba ayer con ella en la casa, también purgó una condena de 30 meses .
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