Foto | Cortesía | LA PATRIA
Mateo y Carlos Andrés al parecer fueron raptados por su padrastro mientras la madre estaba ausente.
Largas caminatas emprendió Ana Isabel Sánchez, madre de los pequeños Mateo y Carlos Andrés Agudelo, de 8 y 10 años, repartiendo volantes por municipios caldenses. Ellos desaparecieron de Supía, donde viven, el pasado 29 de noviembre.
Ese mismo día llamó a varios medios de comunicación para publicar las fotos de sus hijos. Ella misma hizo los volantes y anotó sus teléfonos personales. Mientras tanto las autoridades hacían lo correspondiente en los pueblos aledaños a Supía.
Según la mujer, fue el padrastro quien al parecer pasó por los menores a la casa de una amiga que se los estaba cuidando mientras ella visitaba a su mamá en Medellín (Antioquia).
"Mi mamá ha estado delicada de salud, por lo que viajé a Medellín a cuidarla unos días y arreglarle la casa. Mis hijos los dejé con una persona de confianza, pero él fue por ellos y se los llevó sin mi consentimiento".
Isabel dice que ese mismo día llegaron a su celular tres mensajes; uno de ellos decía: "le voy a dar por donde más le duele". De inmediato llamó a la señora donde los había dejado, y esta le dijo que en la tarde el hombre había ido por ellos para sacarlos al parque y darles helado, a lo que la señora accedió porque era conocido. Además los niños tenían buena relación con él.
La desesperada madre sospechó que algo grave estaba por suceder. Como pudo recogió plata y se devolvió para Supía. Dice que la relación con el padrastro de los niños había terminado y ella no quería volver con él. Por eso su venganza fue llevárselos.
El viernes, Ana Isabel recibió una llamada de Mateo, uno de los pequeños. "Me preguntó que cómo estaba y yo le dije que bien. Le dije que él cómo estaba y me dijo que bien, que estaba en Marmato, por los lados de las minas. Que él estaba pidiendo plata diciendo que era desplazado...", y entonces la llamada se cortó.
Ella devolvió la llamada, pero le dijeron que el hombre iba camino abajo con los niños. Desde ese día no volvió a saber nada de ellos. Ayer viajó a Manizales para ponerse en contacto con el Gaula de la Policía, pues lo que pasó es considerado como un secuestro y es esta unidad la que debe tomar el caso.
Cuando estaba en la ciudad recibió la noticia de que en Sabanalarga (Antioquia), en el corregimiento El Oro, habían encontrado los cuerpos de dos niños con las mismas características de Mateo y Carlos. Sus cadáveres estaban en el río Cauca y una persona que transitaba por el lugar los sacó del agua.
La información la confirmó la Comandante regional tres de la Policía, coronel Claribel Idrobo, quien agregó que al presunto secuestrador lo capturaron en Ituango (Antioquia).
El sujeto dijo que en medio de su ebriedad había caído con los niños al río, pero que no sabía qué había pasado. "Las autoridades están verificando y haciendo el reconocimiento para saber si son ellos y hasta este momento (ayer en la tarde), estaban en la audiencia de legalización de captura e imputación de cargos", dijo la coronel.
La Policía antioqueña, sin embargo, informó que viajaría a la zona por los cuerpos para su identificación, pero para esto tardaría mucho tiempo. Entre Medellín y Sabanalarga hay 5 horas en bus y de Sabanalarga a El Oro son 14 horas más caminando por una trocha.
Mientras tanto, la familia de los pequeños, especialmente Ana Isabel, espera que los cadáveres lleguen a Medellín para identificarlos.
La familia de los niños dice que les confirmaron que estaban muertos. Solo esperan que lleguen a Medicina Legal de Medellín para identificarlos.
La Policía de Caldas dará hoy información oficial y el resultado de Medicina Legal.
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