LA PATRIA | MANIZALES
"Tengo poder en la calle. Soy comandante guerrillero y luego veo cómo me las cobro”, les dijo Carlos Andrés Restrepo Calle a un cabo, tres auxiliares y dos policías judiciales el 8 de mayo, mientras revisaban su celda en la cárcel La Blanca de Manizales. Le encontraron dos celulares y dos tarjetas sim.
Sobre las 2:00 de la tarde, uniformados pasaban revista por todo el centro carcelario. Tres auxiliares vieron actitudes sospechosas en el interno y, al revisar, encontraron que tenía un celular táctil y un cargador.
"Les doy $1 millón si no dicen nada”, les insistió Restrepo Calle a los auxiliares. Ellos se negaron y cuando llegó el cabo empezaron a inspeccionar toda la celda. "Por la contingencia ustedes no pueden revisarla", gritó el señalado, mientras realizaban el procedimiento en el que encontraron esos elementos.
Después del hallazgo llegaron dos hombres de la Policía Judicial para atender el caso y fue ahí cuando Restrepo Calle, quien cumple una pena por intentar rearmar el Eln en Caldas y Tolima, los amenazó.
Preocupado
La vida de uno de los guardianes amenazados no es tranquila desde hace varios meses. Fue trasladado a Manizales, junto a su esposa, por recibir amenazas en el centro carcelario en el que laboraba antes. Él fue quien tuvo la iniciativa de hacer el reporte para que se realice la investigación.
No pueden hacer nada
Neveth Alfredo Cano, director de la cárcel La Blanca, confirmó que conoce la denuncia. Dijo que la pusieron en conocimiento de la Fiscalía y que el conducto regular es elevar la queja a la dirección general para que el interno sea trasladado a una cárcel de máxima seguridad.
"Por el momento no se puede hacer este procedimiento, ya que la situación que se vive por la covid-19 hizo suspender este tipo de acciones que ponen en riesgo la salud de los internos y guardianes”, señaló Cano.
El antecedente
Foto | LA PATRIA
Carlos Andrés Restrepo Calle, alias Cucho o Pin, fue capturado el 2 de mayo de 2019. Vivió en una vivienda ubicada diagonal a LA PATRIA, en el barrio Saenz. La operación se logró después de que un policía lograra infiltrarse en su organización y dar detalles sobre la forma en la que operaban.
El hoy condenado era encargado de extorsionar en Caldas y Tolima. A la par, tenía una olla de vicio en la comuna Ciudadela del Norte. Cucho se identificaba como el comandante Ramiro del Eln y pedía entre $1 millón y $5 millones para "atender a subversivos heridos".
Fue a juicio y allí aceptó cargos por los delitos de extorsión, concierto para delinquir, amenazas, uso de prendas exclusivas de las Fuerzas Militares y porte de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Militares, entre otros, todos agravados.
Ramiro tiene condenas por homicidios del 2009. Y desde el 2015 fue requerido por juzgados en distintas regiones del país, por extorsión a nombre del Eln.
En el proceso figuraban inicialmente 22 denunciantes, pero el número de víctimas reconocidas se redujo, al parecer, por desinterés de algunos.
La defensa solicitó entre 120 y 150 días para que Restrepo Calle reparara o devolviera lo que su grupo obtuvo de las extorsiones. Se le concedió hasta mayo, pero la pandemia frenó todo por ahora. De lo que logre negociar con las víctimas dependerá el monto de la pena que se le imponga.
Elementos que el exguerrillero guardaba en el barrio Sáenz.
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