LA PATRIA | MANIZALES
A Yony Esteban Echeverry Salazar, de 29 años, le perdieron el rastro desde el pasado martes. Su familia, en Palestina, se preocupó porque no contestaba el teléfono. Empezó la búsqueda. Amigos y allegados se repartieron por diferentes lugares.
Uno de ellos fue hasta la vereda La Garrucha, de Manizales, donde decían que lo habían visto. Luego de preguntar en la zona arribó a una finca del sector conocido como La Última Copa, el pasado miércoles. Lo encontró tirado en el piso, amarrado y con un tiro en la cabeza. Avisó a la Policía de Lisboa. Los uniformados acudieron y se encontraron con la macabra escena: no era uno sino cuatro los asesinados.
A Yoni Esteban se sumaron Édgar Ocampo Alarcón, de 71 años y dueño del predio; y los campesinos Diego Quintana González y Nilson de Jesús Guevara, ambos de 56. La vereda se paralizó en la noche del jueves. Se llenó de policías e investigadores del CTI. Una masacre así no ocurría hace 10 años en la capital caldense.
El viernes, en la mañana, se realizó un consejo de seguridad donde se determinó crear un grupo investigativo para dar con los asesinos. Se analiza además la posibilidad de ofrecer una recompensa por información para dar con el paradero de los responsables.
La hipótesis más fuerte, según Jorge Alberto Jaramillo Marín, comandante de la Policía Metropolitana, es que se trataría de un ajuste de cuentas por microtráfico. Al parecer, los homicidas iban por Echeverry Salazar, apodado el Gordo, pero terminaron asesinando a todos los ocupantes de la finca.
Este joven llevaba dos meses en el sector, se hacía llamar Sebastián Vidal y solo hablaba con los vecinos para pedirles juego en partidos de fútbol, indicaron habitantes de la vereda.
A Ocampo Alarcón no le conocían problemas y solo lo veían cuando salía a vender sus productos a Manizales. De los dos trabajadores del predio poco se sabía. "No tenían amenazas", dijo Jaramillo Marín. Los habrían asesinado desde la noche del martes. Ninguno tiene antecedentes.
Las investigaciones indican que el Gordo quería apoderarse del negocio del microtráfico en esas veredas y que por eso lo habrían asesinado. Sin embargo, todo está en investigación.
El corredor entre Quiebra de Vélez-Lisboa-Kilómetro 41 fue, el año pasado, escenario de varios homicidios, al parecer relacionados con venta de estupefacientes, según explicaron las autoridades en su momento.
En enero ultimaron de un tiro en la cabeza, a Jhon Alejandro Ramírez Rodríguez, apodado Papeleto, de 18 años.
En febrero encontraron al reciclador José Heriberto Henao Moreno, de 71 años, muerto en un zaguán, sobre un billar ubicado a un costado de la carretera Panamericana. Tenía un disparo en la cabeza.
En marzo, de un tiro con escopeta, asesinaron a Pedro Pablo Romero Serna, de 25 años, conocido como Pepe. Ocurrió en la finca Las Américas, vereda El Retiro.
En septiembre, en la finca Lagunilla, hallaron el cuerpo de Jorge Eliécer Marín Sánchez, de 44 años, natural de Filadelfia. Lo mataron con arma blanca. En abril del 2017, la Policía detuvo a alias el Niche, supuesto responsable de al menos tres homicidios en El 41.
Las autoridades indicaron que se descarta que la masacre la hayan ejecutado grupos organizados o bandas criminales. Hernán Olano, director del departamento de Historia de la Universidad de la Sabana, manifestó que esa forma de ejecución es típica de bandas criminales, conformadas por exparamilitares. "Podría ser un resurgimiento de tipos de ajusticiamiento o limpieza social que se dan a través de esas bandas organizadas".
En el 2013, en Lisboa, detuvieron a 14 integrantes de los gaitanistas. Una fuente consultada por este medio señaló en esa ocasión que al parecer tenían como propósito consolidar una ruta de tráfico de droga a lo largo del país, que comprendía el corredor por Caldas.
Y en enero siguiente la Policía encontró allí y en La Isla unas caletas con cinco fusiles, 12 proveedores y 3 mil 72 cartuchos, El mes siguiente aprehendieron a otros siete delincuentes en el 41 y en zona rural de Neira.
El luto hoy es en Palestina, Bonafont (Riosucio), Manizales y El Cairo (Valle), de donde eran los cuatro asesinados.
La Policía halló cerca de Tres Puertas, abandonada, la moto de el Gordo. Según las autoridades, junto a otros motociclistas evadió un retén el pasado martes.
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