LA PATRIA | MANIZALES
Los negocios de un maestro jubilado y oriundo de Marquetalia, lo pusieron en la mira de los secuestradores. El año pasado fue retenido en Cesar y días después liberado por el Ejército.
El sábado pasado cuando transitaba por una vereda del municipio de Yacopí (Cundinamarca), con intenciones de conocer una finca para cambiarla por otra que posee en Victoria (Caldas) fue interceptado por hombres armados que, al parecer, lo intentaron secuestrar, explicó Juan Carlos Patiño, comandante del Distrito de La Dorada.
Al parecer, su escolta, Bernardo Murillo Gómez, jubilado de la Policía, intentó defenderlo y fue acribillado por los delincuentes.
Asustado, el comerciante huyó en compañía de un amigo, quien le estaba enseñando la parcelación.
Se conoció que ambos quedaron con heridas leves y los delincuentes no pudieron llevarse docente, quien era su objetivo principal.
Murillo Gómez fue trasladado por las autoridades al hospital San Félix, del puerto caldense, a 45 minutos de donde ocurrieron los hechos, pero falleció en el camino. El CTI de La Dorada hizo la inspección técnica del cadáver. Sus exequias estaban previstas para ayer en Marquetalia.
Tras siete días de permanecer retenido, el 4 de junio del año pasado, tropas del Ejército rescataron al comerciante en la vereda Maicito, del municipio de Pelaya (Cesar). Lo encontraron amarrado a un árbol y en pésimas condiciones de salud. Los secuestradores huyeron del lugar cuando sintieron la presencia de los militares. Se conoció que a su familia le exigían $500 millones por su liberación.
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