Rubén Darío López

LA PATRIA | PENSILVANIA

El padre Jairo de Jesús Cardona López, párroco en el corregimiento de Arboleda (Pensilvania), viajó el lunes festivo con unos 60 feligreses hasta el paraje La Bretaña, zona montañosa de ese municipio. De allí caminaron al menos dos horas entre la manigua hasta llegar al sitio donde el pasado 26 de junio se estrelló el helicóptero de placas EJC3393.

El objetivo: oficiar la Santa Misa por el eterno descanso de los 17 militares que fallecieron en ese accidente aéreo, cuando viajaban de Quibdó a Tolemaida.

Los niños y adultos que acompañaron al sacerdote se acomodaron en el suelo, removido por el impacto y las labores de rescate de los cuerpos. Escucharon atentos la celebración eucarística y las sentidas palabras del padre Jairo en la homilía, donde se refirió a los fallecidos como héroes de la Patria.

Dijo que el sacrificio de caminar hasta ese sitio lo hicieron, ante todo, movidos por la fe católica, "donde tenemos claro

que la Iglesia es comunión y estamos llamados a orar unos por los otros. Con mayor razón por aquellos que han muerto y esperan nuestras oraciones".

El púlpito y el altar fueron improvisados con una caja de cartón puesta sobre unos chamizos y adornados con flores silvestres. Al lado derecho del párroco reposa aún la improvisada cruz que instalaron los militares en honor a sus compañeros y usando parte de la aeronave.

El sacerdote dijo que fue bonito caminar por las hermosas pero escarpadas montañas de Pensilvania, hasta llegar al lugar para ofrecer la santa eucaristía por el eterno descanso de los 17 héroes, que murieron allí trágicamente.

El dato

Para llegar al sitio usaron motosierras y manilas.

Causas

La semana pasada, el director del Instituto Nacional de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, explicó que en los cuerpos de los 17 militares accidentados en el helicóptero MI-17, el domingo 26 de junio, en zona rural de Pensilvania, se descartaron heridas por uso proyectiles o armas de fuego.

Según la entidad, al analizar los cuerpos se determinó que los militares fallecieron inmediatamente, luego de que la aeronave cayó en una zona boscosa.

"En ninguno de los casos se encontraron lesiones por el paso de proyectiles de arma de fuego o de explosivos, ni lesiones por quemaduras por llamas", explicó Valdés. Presentaron fracturas en cráneo, cara, columna vertebral, tórax y pelvis.