LA PATRIA | MANIZALES
Esta es la historia del hombre de azul que salvó al muchacho de rojo. Ocurrió en un puente de Manizales, en la tarde del jueves, antes de las 5:00 de la tarde. Mientras el de rojo parqueó su moto, se sentó en el andén a llorar y se subió a las barandas del puente, el de azul caminaba hacia su trabajo como guarda de seguridad en un edificio.
Todo sucedió en cuestión de segundos. Albeiro Escobar Gaviria, nuestro personaje de azul, adscrito a la empresa Celar hace unos 25 años, no sacó su celular, ni empezó a grabar, como lo hacen muchos. No. Decidió acercarse al joven y hablar con él.
"Siempre subo por esa ruta. Caminaba y vi al joven llorando sobre ese puente, me le acerqué suavemente, a unos 50 centímetros. Le dije que si quería hablar conmigo, pero no me contestó. Le conversé bobadas. Luego me respondió que prefería estar muerto. Me contó que tenía familia e hijos. No lo acosé mucho porque, por la posición del cuerpo, donde se mueva un poco hacia adelante se iba al vacío", le relató Albeiro a LA PATRIA.
Algunas personas le hacían señas de que lo mandara hacia atrás, pero el guarda les respondía que no con la cabeza. "Tenía que salvar mi vida y la de él. Podíamos caer los dos". Una mujer se arrimó a la escena y le expresó al joven de rojo, de unos 25 años, que no cometiera ese error. Luego hizo lo mismo otra persona.
"Se dejó convencer y bajó el pie de donde lo tenía apoyado. Nos sentamos en el bordo del andén, llegó la Policía y me fui a trabajar. Es la primera vez que vivo algo así. No sé que pasó con el muchacho", indicó Albeiro, quien vive en Ruta 30.
El joven fue atendido por socorristas, se lo llevaron en ambulancia a eso de las 5:10 de la tarde y la moto se la guardó la Policía.
Albeiro indicó que tomó las cosas con calma, reflexionó que se trataba de un ser humano con problemas, por lo que decidió hacer lo que estaba a su alcance. "No sabía si estaba mirando algo o si se iba a quitar la vida. No lo conocía, pero era mejor hablarle. Después de un caso similar, hace como un mes, leí recomendaciones en el periódico y decidí aplicarlas. No hay que tomar fotos, ni grabar, hay que intentar ayudar conversando con la persona", acotó.
El héroe de azul se llena hoy de orgullo por lo que hizo. Eso sí, reconoce que fue vital la intervención de dos personas más. No sabe nada del joven de rojo, pero solo espera que esté mejor y que no repita una situación de estas.
Los hermanos Manuela y Santiago Orozco Patiño son las otras personas a las que hace referencia Albeiro y que se acercaron a hablarle al muchacho de rojo.
Santiago se lamentó de que los policías carecen de herramientas para tratar el caso y que fueron muy poco empáticos con la situación. Anotó que un uniformado hizo caso omiso cuando le advirtió de lo que podía pasar.
"Espero que el muchacho pueda mejorar la situación que lo agobia y más allá de sus dificultades no recurrir a quitarse la vida como una solución. Vaya que necesitamos un cambio, sigo insistiendo en que a pesar de tener un carácter sinérgico, ese cambio debe empezar por nosotros".
15 personas se han quitado la vida este año en Manizales. Seis durante lo que va de la cuarentena (1 marzo, 3 en abril, 2 en mayo).
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