TATIANA GUERRERO
LA PATRIA | MANIZALES
Una página en blanco devotamente conservada reposa en un pequeño baúl de madera. Parece que el peso de 13 años y tres meses no recae sobre esta hoja que no terminó de escribir el coronel Juan Ricardo Muñoz Ayala, el 2 de mayo del 2007, un día antes de su muerte.
El conflicto armado dejó huérfana de estas últimas palabras a la riosuceña y esposa, Érika Berenice Bañol Trejos, y del deseo que el coronel cucuteño grabó en la primera página de esa misiva. “Esta carta no es buscando una excusa para que me perdones, es un compromiso indeclinable contigo y con la vida para hacerte la mujer, la persona, la esposa, la mamá, la niña, la profesional más feliz de todo el mundo, de todo el universo de mi vida entera” (Ver foto).
El día cero
El 3 de mayo, la muerte del militar nortesantandereano, en Pensilvania, sacudió al país y a la prensa. Los diarios anunciaron la tragedia: “Francotiradores mataron a coronel del Ejército en el oriente de Caldas”, tituló El Tiempo. “Oficial murió cuando iba “tras un duro” de las Farc”, publicó LA PATRIA, en su página 4B.
El episodio doloroso se conserva en la memoria de Érika, cuando recibió una llamada a las 3:48 p.m. que marcó un antes y un después en su vida y la de su hija, Érika María Muñoz.
“Fui por un helado a Atardeceres de Chipre con mi Muñeca (como llama a su hija). En ese momento me llamó el coronel Wilson Freddy Díaz Ortiz, se le quebró la voz y me dijo: a Ricardo lo hirieron, el helicóptero en el que iba fue emboscado. A mi se me vino el mundo encima, es el día cero, que no deseo recordar”, cuenta entre lágrimas.
Amor en tiempos de guerra
El idilio entre Berenice y Juan Ricardo, que comenzó en una tercera cita y se selló con su matrimonio el 5 de julio del 2003, coquetea con el inicio del romance entre Florentino Ariza y Fermina Daza, dos personajes protagónicos de la novela de Gabriel García Márquez El amor en los Tiempos del Cólera.
“Lo conocí en Riosucio, en mi casa. Él apretó muy fuerte mi mano al saludarme y yo dije: quiero un hombre así en mi vida”.
Ricardo era de la vieja escuela, aferrado al poder de las palabras y las flores. Tenía el viejo hábito de escribir cartas y cada martes Érika era sorprendida con un ramo de astromelias, la flor que está detrás de la leyenda de un joven que entregó por amor su corazón a un cóndor. Mientras el ave volaba, la sangre se derramó sobre los valles y montañas, donde nacieron los primeros lirios.
Esta historia podría ser la metáfora de un hombre que dejó su lucha y vida en la selva y las montañas del país, igual que muchos héroes, que hoy serán recordados en los 201 años de la Batalla de Boyacá y del Ejército Nacional.
Dos mujeres inmarcesibles
Érika María perdió a su padre cuando tenía tres años. A pesar de su edad temprana, recuerda la última cita con su papá. “Ella se acuerda del día en que mi Muñeco (así le decía de cariño) la llevó al Batallón Ayacucho. Después de su muerte, mi hija decía: vamos allá a esa casa tan grande, que allí está mi papá”.
Este mártir de la guerra, quien tendría 52 años, permanece en la memoria de Érika y su hija, que tiene ahora 16 años. Ella lo reconstruye todos los días, a través de sus cartas, fotografías y anécdotas, hasta crear un tratado del amor, las agonías, la pasión, el dolor y la esperanza.
“Hay una anécdota muy bonita. Una vez le hicieron una entrevista porque él iba a ser el comandante del Batallón. Le preguntaron ¿Por qué Érika María se llama como su mamá? Entre risas contestó: porque yo sería incapaz de decirle a otra mujer, con otro nombre, que la amo”.
El periódico The New York Times le dedicó un artículo el 4 de mayo del 2007 a esta respuesta.
Una ceremonia atípica
Hoy se conmemoran 201 años de la Batalla de Boyacá y conformación del Ejército Nacional. En Plaza de Armas del Batallón Ayacucho se realizará una conmemoración a las 3:00 p.m.
La ceremonia será transmitida las redes sociales de la Gobernación de Caldas. Será la primera vez que dicho homenaje se haga virtual.
Informe sobre crímenes
El general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército, le entregó esta semana a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad un informe de los crímenes cometidos por las Farc contra militares y civiles durante el conflicto armado. Son 16 libros de la Colección del Bicentenario y cuatro informes producto de una investigación llamada En surcos de dolores.
“Colombia puede estar segura de que mientras esté en el Ejército contribuiré con el mayor anhelo de la sociedad: la paz. Los invito a no ver a mi institución como obstáculo, sino como herramienta. Está conformada por seres humanos garantes de escenarios reales de no repeticion”, anotó el general.
La caída
El teniente coronel Juan Ricardo Muñoz Ayala, subcomandante del Comando Operativo número tres del Ejército, que operaba el oriente de Caldas, coordinaba desde el aire la operación “Marte”, en Pensilvania, contra el frente 47 de las Farc. Allí encontró la muerte.
El oficial sobrevolaba en un helicóptero UH-6. El militar tenía 38 años y 35 condecoraciones. Era oficial de Infantería y se había destacado en su vida militar por ser "un soldado tropero", como lo definió uno de sus compañeros de curso.
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