
LA PATRIA | MANIZALES
Javier Antonio Ramírez Gutiérrez, alias el Barbado, esperó a un costado de la carrilera, zona de Neira, cercana a Irra, a Jorge Iván Urrea Romero.
La víctima llegó a su casa, en moto, el pasado 26 de febrero. El asesino, encapuchado, lo abordó por la espalda y le disparó en dos ocasiones a quemarropa. Lo hirió en la cabeza y acabó con su vida.
Con lo que no contó el homicida es que, pese a tener su rostro cubierto, una persona vio el asesinato y lo señaló como responsable. Ese testigo escuchó un disparo y luego observó que el victimario remató en el suelo a Jorge Iván.
La Fiscalía 22 Seccional Itinerante de Homicidios en Caldas asumió el proceso y recolectó las pruebas suficientes para atrapar a el Barbado, quien fue imputado por homicidio agravado en concurso con porte ilegal de armas.
Ayer lo llevaron a audiencia, donde aceptó los cargos y se planteó una posible condena de 21 años. Al parecer, el problema entre ambos se inició el 26 de diciembre pasado, cuando tuvieron un altercado porque el hoy fallecido discutió con la hija del detenido. Desde esa fecha el asesino le dijo que eso no se quedaría así. Hoy está en la cárcel por su deseo de venganza.
A el Barbado lo detuvieron a las 4:30 de la mañana en la vereda Tapias, de Neira y le hallaron un revólver, con el que cometió el asesinato.
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