Trece pruebas encontró el CTI para llevarlos ante un juez de garantías, quien los envió a un centro de resocialización mientras continúa el proceso en su contra.
Un martillo, un par de tenis, una cortina, un machete y varias prendas de vestir y rastros de sangre encontró el CTI en una casa del sector E del Parque Industrial, ubicada a pocos metros del lugar en el que fue hallado el cadáver de Yostín Murillo Galán el pasado 23 de marzo de 2014.
Fueron en total trece elementos probatorios que le sirvieron a la Fiscalía 14 Seccional de la URI, para que el pasado 25 de marzo, solicitara la detención de dos adolescentes de 14 y 17 años, quienes residirían en la casa donde se encontraron las pruebas.
Todo lo anterior se produjo porque cuando los investigadores iban a realizar la inspección del cadáver, evidenciaron un rastro que iba desde la zona boscosa donde fue encontrado el cuerpo de Yostín Murillo Galán hasta una casa de la manzana 17. Posteriormente requirieron una orden judicial para ingresar a la vivienda, en la que hallaron los elementos impregnados de sangre.
El pasado miércoles los jóvenes fueron presentados ante un juez de garantías, y aunque no aceptaron los cargos por homicidio agravado que la Fiscalía les imputó, fueron enviados de manera preventiva a un centro de resocialización para menores de edad.
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