Dos hermanas pagarán 44 meses por caso de trata de personas en La Dorada (Caldas)

LA PATRIA | MANIZALES

Tres mujeres condenadas y una prófuga queda de la investigación adelantada por un caso de trata de personas en La Dorada, negocio ilegal que funcionó por cerca de 10 años.

El Juzgado Penal Especializado del Circuito de Manizales dictó sentencia de 44 meses de prisión para Mónica Tatiana y Etna Ruth Avendaño Esterling, quienes aceptaron su responsabilidad, en un preacuerdo con la Fiscalía.

En este proceso también estuvo Angie Carolina Hernández López, condenada a tres años y tres meses de prisión. Paga su pena en Armenia (Quindío).

Las hermanas se encuentran en la cárcel de mujeres La Badea, de Dosquebradas (Risaralda). El miércoles se estableció contacto por audio y video entre Manizales y ese centro de reclusión para que escucharan la sentencia.

Tatiana había solicitado pagar su pena en domicilio, pero el juzgado dejó claro que luego de las verificaciones hechas por profesionales de Bienestar Familiar no se acreditaba que fuera necesario para la protección de menores a cargo, pues contaban con apoyo de otros parientes.

Las víctimas

Las capturas por trata de personas se llevaron a cabo en septiembre del año pasado. En la investigación vincularon a cuatro mujeres, de las cuales una continúa prófuga y al parecer vive en Trinidad y Tobago.

A esas islas del Caribe se calcula que fueron llevadas cerca de 100 mujeres en una década. A las víctimas las engañaban con promesas de ingresos millonarios.

Sin embargo, al llegar eran despojadas de documentos, encerradas y esclavizadas sexualmente. Eran obligadas a ejercer la prostitución. Cuando ya no les resultaban útiles a la red, eran entregadas a las autoridades migratorias locales, que las procesaban como indocumentadas y las encarcelaban.

La investigación por estos hechos la adelantó la Dijín con Migración Colombia, en coordinación con una fiscalía especializada de Cali.

En dos barrios

Las mujeres que engañaban a las víctimas eran reconocidas en los barrios Las Ferias y La Magdalena, del puerto caldense. De allí salían las víctimas con destino a las islas del Caribe, a través de Venezuela.

Las averiguaciones partieron de la denuncia de afectadas que lograron escapar o decidieron contar lo que sucedía y cómo llegaron a ser explotadas sexualmente.

Las hermanas Avendaño Esterlin eran las encargadas de ubicar y captar a las víctimas. Ocho mujeres las señalaron. Entre las perjudicadas había menores de edad.