Diferencias por creencia en Dios provocó homicidio en Manizales

LA PATRIA | MANIZALES

“Yo no creo en Dios”, dijo Ómar Javier Gómez Puerta, a quien conocían como el Profe. “Yo sí creo”, respondió un hombre apodado Cantaleta. Fue lo último que escucharon dos testigos antes de que los primeros se enfrascaran en una pelea que terminó con el supuesto ateo muerto y el que se decía creyente capturado, por homicidio.

El momento en que Cantaleta hirió en tres ocasiones a el Profe nadie lo presenció. El presunto homicida, de 43 años. La riña ocurrió el sábado a las 11:50 de la noche. A las 12:05, las autoridades ya tenían en custodia al señalado asesino.

En la tercera planta de una casa ubicada en la calle18 entre carreras 18 y 19 sucedió la agresión. Los testigos aseguraron que la última vez que vieron con vida al hoy occiso este dialogaba con el ahora detenido. Estaban sentados en la cama de una habitación y bebían licor.

Una persona aseguró que cuando sintió que la discusión había pasado a las vías de hecho se acercó a la habitación y vio que Cantaleta salía. Tenía sangre en la camiseta y las manos, pero no vio de donde salía.

En el cuarto donde antes estaban bebiendo licor yacía Gómez Puerta, tendido en el piso. Alcanzó a observar que aún vivía. Relató que desde el celular llamó a la Cruz Roja.

Aviso a la policía

Al asomarse a la puerta vio a dos uniformados que pasaban por el sector y los llamó. Les contó sobre las personas que estaban heridas. A el Profe lo llevaron de urgencia al hospital Santa Sofía, donde alcanzaron a hacerle una cirugía, pero no sobrevivió debido a la gravedad.

Los uniformados iniciaron la búsqueda de Cantaleta. Lo encontraron a media cuadra, en la segunda planta de un local, donde hay un billar. Allí continúo ingiriendo licor.

Al abordarlo, este reconoció que había herido al otro, pero resaltó que solo se había defendido. No opuso resistencia a la captura. Se le brindó atención médica para curarle unas heridas a la altura de la oreja izquierda y en un dedo de la mano izquierda.

Ayer lo presentaron ante un juez con función de control de garantías, que legalizó la captura. La Fiscalía le imputó cargos, pero Cantaleta no aceptó. Le dictaron medida de aseguramiento.