LA PATRIA | MANIZALES
“Era un genio para evadir los controles de las autoridades, para hacer sus fechorías sin ser descubierto, de ahí se deriva su alias de Davinchi”, contó el coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía Metropolitana de Manizales, horas después de que sus hombres capturaron a este individuo.
Este astro del robo, como lo denominaban, azotaba y perturbaba la paz de las comunidades de los barrios Las Colinas, Castilla, Malabar alto y bajo, y Aranjuez, con sus frecuentes atracos a transeúntes y a los pasajeros del transporte público, en la antigua vía a Villamaría.
Pero su valentía y genialidad para usurpar a los ciudadanos desarmados no fue suficiente para escapar de la rápida operación candado que le tendieron las autoridades, cuando intentaba huir por zona boscosa de la vía a Villamaría, luego de lanzar a un matorral su arma de fuego, tras notar la presencia de los uniformados.
Sin embargo, para evitar cualquiera de sus astucias, los uniformados debieron pedir refuerzos para aprehenderlo.
Según Guerrero, el modus operandi del detenido consistía en enterrar el arma en el lugar donde iba a cometer el robo. Cuando la víctima estaba cerca, la sacaba y una vez consumado el ilícito, volvía a cavar un hueco para ocultar otra vez su arma. Por eso, cuando los uniformados lo requisaban, no le encontraban nada. Era un tipo escurridizo y astuto, al punto que se disfrazaba: usaba bigotes postizos para no ser identificado.
Este hombre tenía antecedentes penales por porte y tráfico de estupefacientes. Su accionar era tan perjudicial en los mencionados barrios, que los ciudadanos ya lo habían denunciado y su captura se convirtió en un objetivo primordial de la Policía, que desde hace tres meses le pisaba los talones, pero sus fechorías venían de tiempo atrás.
Dentro del material probatorio que la Policía tiene para que un juez judicialice a alias Davinchi están las lesiones personales que causó a varias víctimas.
El 16 de octubre pasado, la Policía Metropolitana de Manizales capturó a alias Yaril, un joven de 18 años que asaltaba en 14 barrios de la ciudad. Este individuo fue reconocido por ser el azote de personas y locales comerciales. Incluso, existió la intención de la ciudadanía de hacer justicia por su propia cuenta.
Así quedó comprobado en una cuenta de
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