
LA PATRIA | MANIZALES
El primero ocurrió el pasado viernes en el Centro de Manizales, donde dos bogotanos alegan que hasta 20 policías se les fueron encima y los cascaron, todo porque alguien los señaló de ladrones.
El segundo hecho se registró en el municipio caldense de Risaralda, donde un joven asegura que tres policías lo golpearon, luego de que les hizo un reclamo, al parecer, porque estaban insultando a su hermana.
En ambos casos la Policía asegura que golpear a los sospechosos no es una política institucional o una práctica sistemática. Y promete que investigarán y castigarán a los responsables en caso de haberlos.
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Carlos Arturo Mora y Diego Alejandro Alfonso Martín no creyeron que una noche de esparcimiento terminaría en una brutal golpiza policial, como la que denunciaron ante la Fiscalía.
Según la denuncia, a las 12:30 de la madrugada del pasado viernes, ambos salieron del Bar Sahara, ubicado en la calle 23 con carrera 25 en el Centro de Manizales, y a pocas cuadras Mora se percató que había olvidado su chaqueta, por lo que se devolvieron.
Según ellos, en el bar no les entregaron la prenda, los trataron como hampones y además les llamaron a la Policía. Inicialmente llegaron dos agentes, quienes les pegaron con el bolillo. Minutos después arribaron cerca de 20 policías más.
“Nos esposaron, nos tiraron al piso y nos patearon. Entre cuatro policías nos montaron a una patrulla del Comando de La Terraza", dijo Diego. Carlos Arturo, por su parte, asegura que le fracturaron el tobillo de su pie al golpearlo con la puerta de la patrulla.
Pese a sus quejidos, lo llevaron al Comando, no a un hospital, y lo metieron al calabozo. Narró que cinco agentes se le pararon en el pie dañado, le dieron más pata y palmadas en la cara, nuca, brazos y piernas. Mientras tanto, a Diego lo esposaron, lo tiraron al piso y lo patearon, según su relato.
Los afectados agregaron que les quitaron $380 mil y, como si no hubiera pasado nada, a las 4:30 de la madrugada los obligaron a firmar un acta de buen trato para dejarlos libres.
El abogado de los afectados, Carlos Iván García Tabares, dijo que van a instaurar tres demandas: una penal, una disciplinaria y una administrativa. “Así fueran ladrones o asesinos, la Policía no puede agredirlos. Son abusos de autoridad, que dejan muy mala impresión en quienes nos visitan”.
La reunión de unos motociclistas que querían hacer piques ilegales por las calles de Risaralda (Caldas) fue el detonante de una disputa entre policías y habitantes de la población, quienes se hacen acusaciones mutuas y en donde un joven de 15 años fue el principal afectado.
La madre del muchacho relató que otra hija suya iba por el sector en donde competían los pilotos cuando la abordaron tres uniformados y empezaron a insultarla. La señalan de gritarles groserías cuando vio que los uniformados iban a detener la competencia. La joven asegura que eso es falso.
El hermano de la joven vio como una agente de infancia y adolescencia la trató mal y les exigió respeto. Luego, cuando lo vieron solo, los agentes lo golpearon en varias partes del cuerpo. Alega que lo sometieron con tal fuerza, que tiene un dolor constante en el pecho.
Otro joven que grabó el hecho denunció que uno de los policías le arrebató el celular y lo dañó lanzándolo al suelo.
Al enterarse del abuso de fuerza, la progenitora recogió firmas de la ciudadanía, que asegura estar cansada del accionar de los agentes. Asegura, sin embargo, que ninguna entidad le puso cuidado. Por eso viajó a Manizales a poner su denuncia ante la Policía de Caldas.
"Tenemos pruebas de las agresiones, pusimos la queja en control disciplinario de Manizales, pero hasta ahí llega todo", aseguró un hombre que dijo haber sido agredido dentro de la Estación.
Los testigos y víctimas añadieron que este caso en especial se debe a un problema que tienen la agente y otro uniformado, cuñado del joven, pero que las agresiones de los policías contra los risaraldinos son constantes.
Sobre el caso de los bogotanos golpeados, el coronel Javier Sierra, subcomandante de la Policía Metropolitana, indicó que la central de radio recibió una llamada a la 1:50 a.m. del dueño del establecimiento porque, supuestamente, lo estaban hurtando. Cuando llegaron los uniformados encontraron a Carlos y a Diego embriagados, y se tronaron agresivos cuando los intentaron requisar. Luego de un forcejeo los llevaron al Comando mientras se calmaban.
“Es un caso aislado que no corresponde con nuestros principios. Ya iniciamos una investigación y vamos a castigar a los responsables, si se comprueba que hubo abuso de autoridad”, aseguró.
Sobre le caso de Risaralda, la Policía anunció que ya tiene conocimiento de la denuncia y que adelantará las investigaciones para establecer la responsabilidad de los agentes.
El abogado Carlos Iván García, especialista en derecho administrativo, explicó que cuando alguien se vea involucrado en una situación como estas, hay que seguir tres pasos en los canales institucionales disponibles:
Acuda a la Fiscalía para que denuncie a los uniformados por los delitos de abuso de autoridad y lesiones personales, según el caso.
Formule una denuncia disciplinaría en la oficina de control interno de la Policía, donde están obligados a recibirla para investigar a los uniformados que posiblemente participaron en los hechos. No en todos los casos se puede individualizar a los culpables, pero teniendo claros asuntos como hora y lugar de los hechos y placas del vehículo policial, pueden identificar plenamente quiénes fueron los posibles agresores.
Visibilice la agresión ante los medios de comunicación y ante los entes defensores de derechos humanos.
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