LA PATRIA | MANIZALES
Carlos Arturo Mora y Diego Alejandro Alfonso Martín no creyeron que una noche de esparcimiento terminaría en una brutal golpiza policial, como la que denunciaron ante la Fiscalía.
Cuentan que a las 12:30 de la madrugada del pasado viernes, ambos salieron del Bar Sahara, ubicado en la calle 23 con carrera 25, en el Centro de Manizales. Cuando habían avanzado unas cuadras, Mora se percató que había olvidado su chaqueta, por lo que se devolvieron.
Según ellos, además de que no quisieron entregarla, como si se tratara de dos hampones, les llamaron a la Policía.
Señalaron que inicialmente llegaron dos agentes, quienes les pegaron con el bolillo. Como si fuera una multitud alebrestada, aparecieron unos 20 policías más.
“Nos esposaron, luego, nos tiraron al piso y nos patearon”, narraron. Entre cuatro policías los montaron a una patrulla del CAI La Terraza en La Galería.
Carlos Arturo aseguró que le cerraron la puerta en el tobillo de su pie izquierdo y se lo fracturaron.
Pese a sus quejidos, lo llevaron al comando, y no a un hospital. Allá lo metieron al calabozo. Cinco agentes se le pararon en el pie dañado. Además, lo patearon y le dieron palmadas en la cara, en la nuca, en los brazos y en las piernas. Mientras tanto, a Diego lo esposaron, lo tiraron al piso y lo patearon, según su relato.
Por otro lado, los afectados denunciaron que les quitaron $380 mil y como si no hubiera pasado nada, a las 4:30 de la madrugada los obligaron a firmar un acta de buen trato.
Lo operaron
Según el dictamen médico, Carlos Arturo sufrió una fractura en el peroné izquierdo, por lo que debieron operarlo e introducirle platinas y tornillos. Además, le dieron un mes de incapacidad con posibilidad de prologarse.
Investigarán
Según la versión que recibió el coronel Javier Sierra, subcomandante de la Policía Metropolitana, a la 1:50 de la madrugada del viernes pasado, la central de radio recibió una llamada del dueño del establecimiento porque, supuestamente, lo estaban hurtando. Cuando llegaron los uniformados encontraron a Carlos y a Diego embriagados. Los intentaron requisar y fueron agresivos. Luego, forcejearon y los llevaron al comando mientras se calmaban.
“No es una política institucional estas actuaciones, tampoco una practica sistemática. Es un caso aislado que no corresponde con nuestros principios. Ya iniciamos una investigación y vamos a castigar a los responsables, si se comprueba que hubo abuso de autoridad”, aseguró el coronel Javier Sierra.
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