Condenado por doble homicidio en Manizales está fugado

Foto | Archivo | LA PATRIA

Lugar en el que asesinaron a Jhon Ferlyn Rivera Gallo.

LA PATRIA | MANIZALES

Isinover Hernández Yepes hoy tiene 28 años, pero contaba con 22 cuando asesinó a los primos Carlos Augusto Rivera Páez y Jhon Ferlyn Rivera Gallo. También lo señalan de herir a los hermanos Feniver y Luciano Rivera Gutiérrez.

Todo sucedió en la madrugada del 1º de enero del 2012, en el sector La Traviata, en Fátima (Manizales).

Ayer, un juez penal del circuito de Manizales lo condenó a 40 años de cárcel, pero está prófugo. Su última oportunidad es la apelación que presentó la defensa. La ausencia del principal procesado por el doble homicidio y la doble tentativa provocó que los tiempos se alargaran.

El objetivo del asesino siempre fue Jhon Ferlyn, conocido como el Negro, con quien tenía una disputa a muerte por asuntos de combos. Tres meses antes del homicidio el ahora occiso le reventó la nariz a Isonover de un cabezazo, durante una pelea en la que el segundo le hizo varios lances con una botella despicada.

Volvió para morir

Los días siguientes a la primera pelea fueron tensos para la familia, contaron en su momento los abuelos de Ferlyn, pues el ahora condenado le seguía los pasos. La situación fue tan difícil, que le tocó irse para Valledupar, para donde la mamá.

Allí trabajaba, pero en la víspera de año nuevo llegó a pasar el 31 con sus abuelos y sus primos. Aunque le insistían que se cuidara, este aseguraba que se iría después de la Feria de Manizales.

Sin embargo, el asesino aprovechó el menor descuido. Luego de que quemaran el año viejo el joven salió y dijo que no se demoraba. Eran las 12:15 a.m. cuando llegaron a la casa de los familiares con la noticia de que lo habían apuñalado y que murió antes de llegar a un centro asistencial.

Al primo

Carlos Augusto Rivera Páez, al enterarse de lo sucedido, fue a encontrarse con el homicida, pero este le propinó dos disparos. Al igual que Ferlyn, no alcanzó a recibir atención médica y murió cuando lo llevaban en un taxi al hospital.

El ambiente empeoró con el segundo homicidio y a raíz de los enfrentamientos resultaron heridos Feniver y Luciano. Cuando la Policía intervino le tocó emplear hasta gases lacrimógenos en lo que parecía una zona de guerra.

Inicialmente se informó que al agresor lo habían capturado y que estaba herido, pero la detención no llenó los requisitos de la flagrancia, en parte por el caos que se desató, incluso, contra los mismos uniformados.

El 26 de enero de ese año dictaron la primera orden de captura, la cual se ha prorrogado en varias ocasiones, hasta que se decidió declararlo en ausencia y continuar con el juicio, que finalizó en noviembre pasado y con la sentencia de ayer.

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En la sentencia el juez ordenó compulsar copias para que se investigue la presunta participación de un pariente del homicida y de otro hombre en los hechos, con base en declaraciones conocidas en la etapa de juicio oral.