
El Consejo de Estado condenó a la Policía Nacional a pagar $ 550 millones por la muerte de dos agentes durante un operativo antiextorsión, que se adelantaba en Salamina y Pácora hace 19 años.
A Luis Gonzaga Gañán Díaz, oriundo de Belalcázar, y a José Fernando Valencia Ortiz, de 35 y 32 años, respectivamente, los asesinó un grupo de extorsionistas el 19 de febrero de 1994 a las 12:15 p.m.
Los dos estaban adscritos a la Sijín y trabajaban en un caso de extorsión, de la cual era víctima un hacendado del Norte de Caldas.
La Corporación de justicia estimó que se presentó una falla en el servicio porque no se les dio un entrenamiento adecuado a los agentes que fueron asesinados por los delincuentes con quienes se había acordado la entrega de un dinero para el posterior desmantelamiento de la banda.
Los investigadores llegaron a la zona el 16 de febrero de 1994. El grupo era más grande, pero el resto de los compañeros se devolvió el mismo día hacia Manizales. Díaz y Valencia se quedaron para continuar con la misión.
Ambos agentes estaban encubiertos, pues se hicieron pasar como familiares del hacendado, a quien amenazaba la banda con secuestrarlo si no pagaba $ 40 millones.
La entrega del dinero se acordó en la vereda El Oro del corregimiento de Arma (Aguadas).
Sin embargo, los delincuentes descubrieron que los supuestos familiares eran en realidad miembros de la Policía y los asesinaron. A cada uno le propinaron tres impactos de bala, según el reporte de inspección de los cuerpos.
La Sección Tercera del Consejo de Estado, con ponencia del magistrado Danilo Rojas Betancourth, señaló que en este caso existió una falta de coordinación en el desarrollo de la misión y no se tuvo en cuenta que los agentes no estaban capacitados para realizar la misión.
Además, indicó que no se conocía la zona donde se debía realizar la entrega del dinero y que el personal no contaba con las medidas de seguridad necesarias que garantizaran su protección en una situación tan peligrosa como esa.
Aunque los agentes optaron por irse solos a entregar el dinero de la extorsión, y no esperaron los refuerzos, la falta de coordinación fue lo que los obligó a actuar así.
“La causa adecuada del daño obedeció tanto a una omisión por parte de la entidad de tomar las medidas idóneas para adelantar el operativo, así como una falta de cautela por parte de los agentes al salir a la entrega sin esperar los refuerzos”, señaló la decisión.
Luis Gonzaga Gañán Díaz laboró durante 9 años en la Policía. Al momento de su muerte estaba casado y tenía una niña de 9 meses. Luis Fernando Valencia Ortiz laboró 7 años en la institución, también era casado y padre de un menor de 7 años.
Al agente Gañán Díaz le habían asesinado a un hermano en 1983, en un operativo policial relacionado con un chantaje o extorsión a un comerciante que vendía gasolina en Belalcázar. Por este hecho el Estado también debió indemnizar a la familia.
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