LA PATRIA | MANIZALES

"Para nosotros el señor no existe. Esperamos que para él, nosotros tampoco". Así cerró la semana pasada Cielo Soto Aricapa, esposa del concejal de Manizales Orlando Quiceno (Cambio Radical), su intervención ante la inspectora quinta urbana de Policía, Maritza Cifuentes.

Allí se desarrolló una audiencia para buscar la conciliación entre esta pareja y Julián Andrés Osorio, un representante de los taxistas en la ciudad. Las partes se acusaron de amenazas, pero quien denunció fue el conductor de servicio público. Al final no hubo conciliación y cada parte en disputa analizará si demanda por injuria y calumnia.

Tanto la pareja como el taxista se acusaron de cerrarse, con sus vehículos Chevrolet Captiva 2010 y taxi Hyundai I10 2013 (ver infográfico).

En frases

A continuación, algunas frases que resumen lo ocurrido en la audiencia.

• Después de que me cerraron con su vehículo, la esposa de Quiceno me amenazó con palabras de grueso calibre: "No sabe con quién se metió, sabrá de nosotros". Si se requiere aportar como testigo a un pasajero del taxi, lo haré: Osorio.
• Se ve como acomplejado y en inferioridad. Lo que pasa es que le serví de fiador para un dinero y como llamé a cobrarle llegó a esta instancia. No le dije nada cuando me cerró: Quiceno.
• No me siento inferior a nadie. Todo me lo he ganado a pulso: Osorio.
• Ellos (Osorio y Quiceno) se distinguen hacen un tiempo. La cosa es porque le cobró el dinero que le prestó para unos repuestos: Soto.
• Los problemas no son personales. Ese dinero se los pagué. Los inconvenientes son por los taxis intermunicipales. Uno pelea con ideas, no con personas: Osorio.
• Salí elegido por voto popular, no he sido condenado, no tengo inhabilidades. Lo de los intermunicipales no es el tema. Ser concejal no me quita el derecho de tener carros de servicio público. Si tengo algo mal habido, denuncie: Quiceno.

La inspectora indicó que ese tipo de temas no son para discutir en ese lugar. Que se refirieran únicamente a la denuncia por amenazas.

• En la Kevin Ángel nos cerró horrible y nos defendimos. Alcancé a sacar el celular y le dije que nos dejará en paz. Además, manejaba con el celular en la mano y me dijo perra hp. ¿Quién pone en riesgo a quién?: Soto.
• Amenaza de nuestra parte no se dio, no hay necesidad. Para eso está la justicia, pero que muestre pruebas. Si vinimos a una conciliación, acá no habrá, por lo menos de mi parte. Es una falsa denuncia y tendrá que repararnos o probarlo. Si es necesario, contratamos peritos: Soto.
• Para nosotros el señor no existe. Esperamos que para él, nosotros tampoco: Soto.

De nuevo la inspectora intervino para llamar la atención del peligro, no solo de ponerse en riesgo con sus vehículos, sino a los demás conductores y a los peatones. Además, que las diferencias no se resuelven con vías de hecho y que podrían instaurar las respectivas denuncias, aportando pruebas.

Invitó a las partes a comprometerse con no volver a agredirse y si es necesario, acudir a acciones judiciales para resolver los conflictos. Abstenerse de conductas contravencionales que atenten contra las partes.

Por cerrar a otro vehículo

Esa conducta es sancionada en el Código de Tránsito (Ley 769 de 2002, artículo 131) y se conoce como conducir realizando maniobras altamente peligrosas e irresponsables, que pongan en peligro a las personas o las cosas. Valor: $616 mil.

Injuria y calumnia

Según el Código Penal, la injuria y la calumnia se castigan así:

*Artículo 220. Injuria. El que haga a otra persona imputaciones deshonrosas, incurrirá en prisión de uno a tres años y multa de 10 a mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.

*Artículo 221. Calumnia. El que impute falsamente a otro una conducta típica, incurrirá en prisión de uno a cuatro años y multa de 10 a mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.