
Julio Alberto Vallejo Arenas
Basta escuchar a Francy Elena Grajales para notar su confusión por los hechos en los que le quitaron la vida a su esposo Julio Alberto Vallejo Arenas. El hecho ocurrió en zona rural de Viterbo, límites con Risaralda.
De acuerdo con el reporte policial, el homicidio ocurrió en predios de la finca Chapolito. Allí los uniformados realizaron la inspección técnica al cadáver. Informa que al hombre le decían Alma negra. Durante la diligencia detectaron "cuatro orificios hechos con arma de fuego en la zona craneoencefálica y uno en el tercio inferior del brazo derecho".
La mañana del pasado jueves será la más amarga que recuerde la mujer. Cuenta que eran normales los viajes de Vallejo Arenas hacia la vereda La María, en límites con Belén de Umbría (Risaralda), aunque la dolida esposa manifiesta que por allí se sale más fácil a Apía.
Como era su costumbre, él se despidió en la mañana de su familia y salió para el predio rural. Allí, agrega Francy Elena, tenía un cultivo de aguacate y era la principal actividad productiva a la que la tenía destinada su marido.
Pocas horas pasaron para que las autoridades le confirmaran a la mujer que a su esposo lo habían baleado en la ruta hacia la finca.
El caso quedó a cargo de la Fiscalía seccional de asignaciones de Anserma.
Vallejo Arenas jamás llegó hasta su finca, ni tampoco pudo regresar. Hay una versión que manejan algunos conocidos de la víctima. Aseguran que él viajaba con una mujer en una motocicleta. Según la esposa, el viaje hasta la finca dura cerca de una hora.
Cuando pasaban por La María al menos dos hombres armados los hicieron parar. Dijeron que necesitaban hablar con él. Sin embargo, ni siquiera alcanzó a quitarse el casco cuando los asesinos abrieron fuego y lo ultimaron de varios impactos. Al parecer uno de los disparos rozó a su acompañante en un brazo.
Así acabaron con la vida del hombre y con la tranquilidad de su familia. Lo demás lo determinarán las autoridades en sus investigaciones.
Julio Alberto Vallejo Arenas tenía 41 años. Tanto él como su esposa pertenecen a familias tradicionales de viterbeños. Se unieron en matrimonio hace 17 años y tuvieron dos hijos de 14 y 10 años.
El penúltimo homicidio en Viterbo ocurrió el pasado 15 de julio. La víctima entonces fue Jeimy Juliet Cárdenas, de 30 años, quien tuvo una discusión con su esposo Javier Ramírez. El hombre la golpeó con un palo y la mató. Luego caminó tres kilómetros con el cuerpo a cuestas para enterrarlo en un guadual, pero al día siguiente el hecho se supo y él confesó.
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