LA PATRIA | MANIZALES
El homicidio que se registró en una barbería de Santa Rosa de Cabal, y que alteró el orden público, tocó a una familia caldense. La víctima mortal del atentado fue un chinchinense, que tenía detención domiciliaria mientras cumplía con la condena impuesta por porte ilegal de armas.
Los hechos se registraron a las 11:30 de la mañana del pasado jueves, cuando Andrés Felipe Cano, quien tenía un permiso de 72 horas por el Inpec, se trasladó hasta el municipio risaraldense e ingresó a una barbería. Un delincuente le seguía los pasos y al tenerlo cerca le disparó en la cabeza.
Tribilín, como le decían a la víctima, fue remitido a un centro asistencial de Pereira, pero murió minutos después. El barbero resultó lesionado levemente en una mano. Se desconocen los motivos del asesinato de este hombre, quien el pasado martes cumplió 26 años.
“Él era muy buena gente y no se metía con nadie. Sé que se fue para Santa Rosa de Cabal a terminar de celebrar su cumpleaños donde unos familiares y ahí encontró la muerte”, contó un amigo de la víctima.
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