LA PATRIA | MANIZALES

Steven Cano Gallego se comunicó por última vez con su mamá, Liliana, el pasado 28 de enero. Le dijo que estaba en Leticia (Amazonas) y que abordaría en la madrugada una lancha con rumbo a San Antonio (Brasil).

Desde ese día no sabe nada de su paradero. Habita en la vereda Quiebra de Naranjal, en Chinchiná e iba a trabajar a Manaos (Brasil).

Liliana contó que lo llevó al aeropuerto Matecaña, de Pereira, donde abordó un avión para Bogotá. “Me dijo que no llorara, que me amaba mucho”, relató.

Sueños

Steven es bachiller del colegio Naranjal, tiene 24 años y mide 1,68 metros. Es delgado, trigueño, de ojos café y cabello corto. Agricultor, con una hija de tres años.

Una paisana que vive hace dos años en Manaos lo animó a emprender el viaje, debido a que en su pueblo natal no hay oportunidades laborales. Desde Brasil le enviaron los pasajes.

El lanchero que lo transportó hasta San Antonio les informó a las autoridades de Leticia que los descargó en un puerto, donde debían abordar otra embarcación.

“Me fui a pedir una ayuda humanitaria, sé que en Brasil están ofreciendo recompensa por su paradero. Esta semana me avisaron que lo habían encontrado, eso fue mentiras”, contó la familiar.

Búsqueda

El informe de la Fiscalía dice: "Steven tiene un tatuaje, dos rayas alrededor del antebrazo derecho y en el brazo izquierdo inscrito el nombre de su hija, María Antonia. Además, usa aretes".

Quien sepa de su paradero se puede comunicarse al teléfono 3166945128.