
Esta tarde familiares, amigos y habitantes de Chinchiná asistieron al sepelio de Juanita Valencia, la niña de cuatro años que desapareció el pasado 22 de diciembre en Chinchiná, y quien fue hallada el pasado martes en el lago Balsora, del embalse Cameguadua.
Bajo engaños
La desaparición de la niña ocurrió cuando una mujer, residente en Chinchiná, contactó, según la denuncia, a la madre de la menor a quien le ofreció ropa y juguetes para Juanita y su hermanita, de un mes de nacida.
De acuerdo con lo que les contó la progenitora a las autoridades, la desconocida las hizo llegar hasta el sector de Alpina y cuando tuvo a la bebé en sus brazos las empujó a un canal de agua de la Chec.
La madre no pudo sujetar a Juanita y se le soltó. Un kilómetro después, en el sitio conocido como El Chispero, logró aferrarse a la orilla y pedir auxilio a una patrulla de la Policía que pasaba por el sitio. De la menor no había rastro.
Con algunas lesiones leves en brazos y cara denunció el posible homicidio y el rapto de su hija menor, a quien encontraron los investigadores de la Sijín en una finca ese mismo día. A la presunta raptora la detuvieron y en la audiencia que se llevó a cabo el día siguiente no aceptó cargos. La recluyeron en la la cárcel Villa Josefina, de Manizales.
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