LA PATRIA | MANIZALES
Durante 3 años, el minero Carlos Andrés Cano Villa deberá demostrar buen comportamiento y no delinquir. De los contrario tendrá que pagar encerrado los 32 meses de condena que le dio el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio por tentativa de homicidio agravado bajo estado de ira e intenso dolor.
A él le concedieron la suspensión condicional de la pena. Es decir, libre, con compromisos.
Todo se remonta a la mañana del 16 de noviembre de 2019, dentro de la barbería Barber Show, ubicada en el barrio Curramba, de Riosucio.
Allí estaba sentado Andrés Camilo Rendón Hernández, de 29 años, a quien motilaban. Entró Cano Villa, conocido con el alias de Cano Puñales. Hizo honor a su apodo y con una navaja le propinó dos puñaladas por la espalda a Andrés Camilo: una en la zona pectoral y la otra en el antebrazo, cuando la víctima quiso protegerse del ataque.
El homicida huyó y los policías lo detuvieron minutos después, cuando pretendía esconderse en su casa. Al lesionado lo llevaron al hospital departamental San Juan de Dios, luego a Santa Sofía en Manizales, donde fue intervenido quirúrgicamente y le salvaron la vida.
En audiencia, el 17 de noviembre, no aceptó cargos y lo mandaron preventiva a la cárcel. Antes de la preparatoria para juicio, se planteó un preacuerdo en el que Cano Villa aceptaba los señalamientos bajo el atenuante de la ira e intenso. El Juzgado lo aprobó, pero la decisión no fue del agrado de la unidad de víctimas. Apelaron y el Tribunal Superior de Manizales (TSM) les dio la razón. Debió seguir el proceso.
A la par, un juzgado en segunda instancia le concedió la libertad provisional a Cano Villa. Antes de reiniciar la preparatoria, se intentó un nuevo preacuerdo, ceñido a lo planteado por el TSM. Se planteó una pena de 36 meses. La víctima no se opuso.
Al herido lo llevaron en moto al hospital. Se cayó de ella y sufrió trauma en el cráneo, herida en cara y lesión en antebrazo izquierdo.
Un testigo anotó que víctima y victimario venían con problemas desde que estuvieron en la cárcel local. Rendón Hernández, quien tuvo condenas por homicidio y por hurto, había atacado a Cano Villa con dos puñaladas, hace tiempo atrás.
El detenido, en principio, pidió la sustitución de la medida de aseguramiento de detención preventiva por domiciliaria, por su presunta condición de padre cabeza de familia. Se la negaron en dos instancias.
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