LA PATRIA | MANIZALES
Malas noticias son las que han llegado en los últimos meses al hogar de la familia Franco Parra. En noviembre pasado, al hijo mayor de Milvia lo asesinó un soldado, al parecer por un error militar; ahora a Jonathan Franco, quien sufrió hace tres años un atentado que lo dejó en silla de ruedas, fue de nuevo baleado.
"¡Corra doña Milvia, que le mataron al hijo! Cuando escuché eso, salí de la casa y lo encontré ensangrentado e inconsciente. Pensé lo peor", dijo Milvia Parra, madre de la víctima.
El hecho se registró a las 11:00 de la mañana del pasado sábado en el parque cerca al conjunto Bosques de Bengala, en Manizales. Además de Jonathan, dos adolescentes de 17 años, resultaron heridos. A todos los llevaron en un taxi al SES Hospital de Caldas.
Jonathan estaba en su casa cuando llegaron varios de sus amigos y lo invitaron a subir hasta el parque. Estando allí, unos desconocidos que estaban ocultos en un matorral les dispararon con una escopeta de perdigones.
Jonathan, de 24 años, presentó heridas en cráneo y rostro. Al llegar al centro asistencial lo intervinieron quirúrgicamente y aunque por unas horas estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos, ha evolucionado bien y ya está fuera de peligro.
De los dos adolescentes, uno ya está en la casa, sus lesiones no fueron de gravedad y el otro continúa hospitalizado debido a las heridas en rostro, pecho y abdomen.
"Cuando les dispararon todos corrieron y como mi hijo no se puede mover, uno de ellos lo cargó y se echaron a rodar por un barranco hasta caer a la calle", agregó Milvia.
"Por estos hechos la Policía detuvo a dos presuntos responsables que serán judicializados por porte ilegal de arma de fuego y lesiones personales. En un principio se pensó que era un ajuste de cuentas, pero luego con la versión que los investigados entregaron dijeron que la escopeta se les había activado por error", expresó el secretario de Gobierno de Manizales, Jhon Heberth Zamora.
El día de los hechos, el joven debía ir con su progenitora al colegio en el que iba a iniciar las clases para terminar el bachillerato. Sin embargo, prefirió que su mamá realizara los trámites de matrícula para él quedarse en la casa haciendo un tatuaje.
Cuando la mamá regresó, se dispuso a contarle que empezaba a estudiar el sábado, pero él le contestó que más tarde hablaban que iba con sus amigos al parque.
La familia de Jonathan es desplazada de Boyacá y, aunque aún está de luto por la muerte de su ser querido, él quiere seguir su vida y terminar sus estudios de bachillerato. Quiere conseguir un trabajo que le permita ayudar económicamente a su mamá.
Felipe Franco Parra, hermano mayor de Jonathan, murió el 3 de noviembre del 2015 cuando un soldado le disparó por equivocación. El hombre instalaba, junto a un grupo de compañeros de trabajo, la iluminación navideña en Mistrató (Risaralda).
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