LA PATRIA | MANIZALES
A Germán Darío Atehortúa Castaño, más conocido como el Lobo, lo asesinaron de cuatro impactos de bala en la noche del pasado 6 de enero. El crimen se registró en el sector de La Divisa, de la vereda San Julián de Villamaría.
"Se podría decir que fue una muerte anunciada. A él lo metieron en un chisme y aunque quiso aclararlo, no le alcanzó la vida para salirse del problema que tal vez lo llevó a la muerte", dijo un familiar del occiso.
A las 7:30 de la noche del Día de Reyes, el Lobo caminó hasta la tienda de la vereda para comprar unos cigarrillos. Luego de conversar un rato con una amiga, regresó a su hogar, pero a tan solo unos metros un hombre le disparó en cuatro oportunidades en la cabeza y el pecho.
Una de sus hermanas, al enterarse de lo sucedido, corrió hasta el sitio y encontró a su familiar ensangrentado, tendido en la vía y sin signos vitales.
"Aunque hay varios comentarios, muchos afirman que a Germán lo mataron porque lo acusaron de robarse una moto. Por este motivo lo estaban buscando para matarlo. Él quiso aclarar la situación y siempre dijo que no tenía nada que ver en el asunto, pero no le creyeron y mire las consecuencias", manifestó un allegado de la familia afectada.
Algunas personas del sector dijeron que días antes de los hechos observaron personas sospechosas recorriendo la zona, pero nunca pensaron que fueran criminales siguiéndole la pista a su objetivo.
Las autoridades competentes recopilan la información necesaria para iniciar la investigación.
Germán tenía 33 años, laboraba en el campo y era padre de dos menores de edad que residen en Medellín. Tenía programado en los próximos días irse para la capital antioqueña para trabajar como soldador y, aunque le gustaba tomar licor y a veces se ponía cansón, dicen sus seres queridos que nunca le hizo mal a nadie.
El Lobo vivía cerca del lugar de los hechos con una hermana y su mamá, los demás familiares residen en Chinchiná.
Desde hace cuatro años la familia Atehortúa Castaño está de luto por el asesinato de Fernando (hermano de Germán), conocido como Parranda. Ahora la muerte vuelve y toca a su puerta. A Parranda lo mataron en un establecimiento público, al parecer, en un acto de intolerancia.
En la tarde de ayer, Germán Darío Atehortúa Castaño fue despedido por sus seres queridos en el cementerio de Chinchiná.
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