LA PATRIA | MANIZALES
El sábado fue asesinado, en zona rural de Manzanares, el exguerrillero de las Farc Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, famoso por entregar la mano amputada del jefe guerrillero y miembro del Secretariado de las Farc Jesús Muñoz Ortiz, alias Iván Ríos.
En marzo del 2008, Pedro Pablo Montoya, alias Rojas se presentó en la sede de la Octava Brigada del Ejército con la mano de Iván Ríos para demostrar que sí lo había asesinado y así cobrar la millonaria recompensa que se ofrecía por el cabecilla. Su otra intención era entrar en un proceso de desmovilización.
Pasado
Cuando mató a Ríos también entregó su cédula de ciudadanía, el pasaporte y el computador. Todo ocurrió en una vereda de Aguadas, al norte del departamento.
Por ese homicidio un juez de ese mismo municipio lo condenó en el 2015 a pagar una condena de 18 años. La sentencia se dio después de que aceptó cargos ante un fiscal de la Unidad de Terrorismo.
Le dieron otra de 40 años por diferentes delitos, pero por todo pagó 8 años en una cárcel de Valledupar, pues se acogió a la ley 975 de 2005, de Justicia y Paz, por lo que estuvo solo ese lapso en prisión. Cumplido este tiempo podía rehacer su vida y así lo hizo. Compró una finca en Manzanares, donde vivía desde el año pasado.
Presente
“Era una persona normal y así se le debe tratar. Es un ciudadano más que tenía una connotación especial por tener esquema de protección de la UNP”, aseguró el comandante del Batallón Ayacucho, coronel Gerardo Avilán.
Rojas había regresado a esa zona según vecinos y testigos de las autoridades, para reunirse con su pareja sentimental. Los dos se dedicaban a las labores del campo.
La Policía dijo que trabajaba la piscicultura, lo que le había generado roces con los vecinos de su comunidad que, al parecer lo habría denunciado.
El sábado, después de una llamada de gente, la Policía y el Ejército se acercaron a la finca Villa Fernanda en donde encontraron a Rojas con ocho impactos de arma de fuego.
El comandante de la Policía de Caldas, Luis Alberto Gómez Luna, aseguró que se encontraba con su pareja y dos personas más cuando dos encapuchados salieron del monte y les dispararon. “Ellos no se dieron ni cuenta”, añadió. Los responsables huyeron por el mismo lugar.
Al momento del ataque, Rojas no tenía esquema de seguridad. Se desconocen las razones por las cuales sus escoltas no lo acompañaban. Al parecer, se quedaron en la zona urbana.
Sin amenazas
Gómez Luna agregó que la familia negó que hubiera amenazas en contra de su vida. Sin embargo, este medio conoció que Rojas tenía muchos enemigos que ofrecían bastante dinero por él. Empezando por sus mismos excompañeros, quienes querían verlo muerto por lo que le hizo a Iván Ríos. Rojas era natural de Itaguí.
Historia
Mientras estaba en reclusión, Rojas reclamaba la recompensa prometida por la muerte de su antiguo jefe: $4 mil 200 millones.
En principio sostuvo que la promesa había sido $5 mil millones, sin embargo solo le entregaron $800 millones, que fueron retenidos para indemnizar a una víctima, por orden de un fiscal.
Se refería al caso de José Daniel Serna Suaza, plagiado el 15 de diciembre del 2001 en la vereda El Castillo, zona rural de Pácora. El hombre estuvo casi 14 meses secuestrado y por su liberación la familia tuvo que pagar una gruesa suma de dinero.
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