Alias El Gordo, a responder por muerte de dos niños

LA PATRIA | MANIZALES

A alias el Gordo, de 41 años, y oriundo de Manzanares, lo capturó el CTI de la Fiscalía el miércoles en Dosquebradas. Al hombre lo acusan de ser el autor intelectual de doble homicidio agravado, concierto para delinquir, y porte ilegal de armas de uso privativo de las fuerzas militares.

Los hechos, en donde murieron dos menores, ocurrieron hace ocho años y medio en el barrio Chipre. Tres hombres en taxi, al parecer pagados por el Gordo, lanzaron una granada a la sala de la casa en donde estaba el hombre contra quien iba dirigido el atentado, los niños estaban jugando en la sala y las esquirlas los alcanzaron.

En las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento, el acusado no aceptó los delitos, y aunque aseguró tener una enfermedad que no le permite estar recluido en un centro carcelario, la juez ordenó su remisión a la cárcel de Manizales, hasta que medicina legal determine la gravedad de su dolencia.

El testigo clave

Alias Siete, uno de los sicarios que participaron en el ataque en el barrio Chipre, paga una condena de 20 años y ocho meses de prisión, y su declaración fue clave para absolver a un inocente y dar con el verdadero responsable del atentado.

La confusión provocó que las autoridades capturaran a un hombre que nada tenía que ver, señalado de ser el autor intelectual del crimen de los dos menores, pero gracias a la labor de los investigadores y a su abogado, pudo salir libre en octubre pasado.

El testigo relató que el objetivo era alias Papito, quien estaba en la residencia con los menores, y a quien un grupo conocido como La Oficina o De Tajada le quería quitar el negocio del sicariato y el narcomenudeo en Manizales. La organización dependía del narcotraficante Wilber Varela, alias Jabón.

Siete añadió que El Gordo le pagó un millón de pesos para llevar a cabo el ataque, e incluso dijo que sus jefes habían ordenado la muerte de alias Caballo, otro hombre que era cercano a ambos bandos y que al saber que iban a atentar contra Papito, había decidido contarle, pero no alcanzó a hacerlo.

El sujeto detenido irá a juicio oral y podría enfrentar una pena mayor a 25 años de prisión, pero tendría rebajas porque pese a que sus víctimas fueron menores de edad, la Ley de Infancia y Adolescencia empezó a regir un mes después del atentado.

Este proceso no quiere decir que el detenido sea culpable, simplemente que en su contra se adelanta una investigación y será un juez de la República el que decidirá si lo condena o lo absuelve.