LA PATRIA | MANIZALES
Aunque apenas están en curso las investigaciones para aclarar el crimen de Juan Diego Suárez Díaz, ocurrido el 8 de octubre del 2014, cerca al terminal de busetas, en el barrio Villa Pilar, la Fiscalía tiene, al menos, cinco pruebas e indicios que comprometen a alias Burgos, el quinto de los capturados, en los hechos.
Alias El Gato, uno los cuatro detenidos, y un testigo, coincidieron en señalar que luego de que los cinco implicados lo torturaran, sin piedad, hasta matarlo, Burgos, junto con alias El Sapo, sacaron el cadáver de Juan Diego de la casa de alias Cartucho en una bolsa negra.
Lo montaron a la capota de un Corsa Verde, manejado por alias Burgos, y antes de partir, le advirtieron a un testigo que se quedara callado. Más adelante, lo tiraron en un basurero de una zona boscosa, a 700 metros de donde lo mataron.
El pasado miércoles, 10 de junio, cuando la Policía detuvo a alias Cartucho, ahí estaba alias Burgos, quien se enojó por la captura, detalle que acrecentó las sospechas de las autoridades. Testigos del ente acusador confirmaron que, al parecer, él era la mano derecha de alias Cartucho, presunto líder de la pandilla conocida como La Curva de la Nena, que opera en Villa Pilar.
Las versiones indican que a estos dos últimos los veían frecuentemente juntos e, incluso, utilizaban el carro de Burgos para guardar objetos robados y huir, así lo expuso la Fiscalía ayer en la audiencia de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento.
Otro hecho que aumentó la suspicacia de las autoridades, fue que recientemente alias Burgos mandó a una persona a la Sijín a preguntar si tenía orden de captura. Además, luego del crimen de Juan Diego, este vendió el Corsa Verde en el que transportaron su cadáver, probablemente, para evadir las pesquisas de los investigadores.
Alias Burgos llevaba 10 años laborando en el área de la salud. Tras una orden de captura emanada el pasado jueves, 18 de junio, por el Juzgado Tercero Penal Municipal, fue detenido el mismo día a las 6:45 de la tarde.>
El ente acusador lo vinculó a las investigaciones por el asesinato de Juan Diego Suárez, como coautor de homicidio agravado. Sin embargo, no aceptó los cargos. “Vivo en el sector, pero no conocí al asesinado, no tengo nada que ver en esos hechos”, aseguró el acusado.
La víctima tenía más de 15 aberturas entre el cuello y el pecho causadas con armas blancas y contundentes, como lo confirmó el dictamen de Medicina Legal.
Además, según la Fiscalía, estaba en situación de indefensión. Era imposible que huyera o se defendiera de los cinco imputados, quienes lo metieron a la fuerza a la casa de alias Cartucho. El juez estuvo de acuerdo cuando la fiscal expresó que los presuntos asesinos no tuvieron escrúpulos y fueron indolentes, despiadados con la víctima. A Juan Diego Suárez, de 14 años, lo vieron sentado en una cama de la casa de alias Cartucho, implorando a sus verdugos que no le hicieran daño.
“Las deudas se las cobraron con la vida”, aseguró el juez. Al parecer, el crimen de Juan Diego se originó cuando no le pagó a alias Cartucho el dinero que le exigía por un machete que la Policía le decomisó. Otra hipótesis es que la víctima no entregó unos objetos robados al jefe de la banda. En cualquiera de los dos casos, se trataría de motivos irrelevantes, que no justifican cegar una existencia, argumentó el togado.
La defensa señaló que alias Burgos no tenía antecedentes, era trabajador y no habían pruebas de que fuera el responsable de las amenazas que se han hecho a varios de los testigos. Según él, no era justo encarcelarlo, porque las pruebas se basaban en rumores.
El juez lo envío a prisión argumentando que representaba un peligro para los testigos, lo que obstruiría la justicia. Además, aunque el indiciado no ha tenido problemas con la ley, “la crueldad con la que, presuntamente, mataron a Juan Diego, lleva a creer que acciones peores puede cometer si permanece en el seno de la sociedad”.
Este proceso no quiere decir que el detenido sea culpable, simplemente que en su contra se adelanta una investigación y será un juez de la República el que decidirá si lo condena o lo absuelve.
La Fiscalía tiene cuatro meses para recoger las pruebas y comprobar la presunta participación de Burgos en el crimen que enlutó a la familia Suárez Díaz, la misma que implora justicia.
8 octubre del 2014, día en el que ocurrió el crimen de Juan Diego y su familia lo reportó como desaparecido.
El 16 de octubre del 2014 fue cuando el padre de la víctima encontró su bufanda en una zona boscosa. Luego, un reciclador lo llevó hasta donde estaba su cuerpo en avanzado estado de descomposición.
El pasado 14 de enero Medicina Legal confirmó que el cuerpo hallado correspondía al de Juan Diego Suárez Díaz.
“Acabaron a mi hijo y a mi familia, que Dios los perdone, porque yo no soy capaz”, dijo Diana María Díaz Ángel, madre de la víctima.
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