LA PATRIA | MANIZALES
Una decisión del Tribunal Superior de Manizales podría cambiar el rumbo del proceso que se sigue contra un hombre y una mujer presuntamente involucrados en un doble asesinato en Supía.
Los hechos investigados ocurrieron el 4 de febrero del 2020, a eso de las 4:10 p.m., en la vereda Caracolí. Allí murieron baleados con armas de fuego Jesús Eliécer y Daygober Felipe Gañán Gañán, padre e hijo.
Uno de los presuntos atacantes fue identificado y vinculado al proceso. Así mismo, la mujer, hermana del señalado agresor, habría cumplido un rol de campanera, es decir, que avisó a los homicidas la ruta que tomarían las víctimas.
Las investigaciones llevaron a la Fiscalía a imputar cargos el mismo año a las personas referidas. Luego los acusaron por homicidio agravado porte ilegal de armas de fuego. En ese momento les dictaron medida de aseguramiento en centro carcelario.
En julio del año pasado se llevó a cabo la audiencia preparatoria. En esta diligencia se enuncian y sustentan las pruebas que tanto la Fiscalía como la defensa llevarán al juicio oral.
El juez debe avalarlas o negarlas. Sin embargo, se planteó una discrepancia por la presentación de un video como elemento de prueba. Para la Fiscalía fue un aporte voluntario que hizo un comerciante que no requería control de garantías.
Sin embargo, la defensa argumentó que era necesario un aval de un juez para que esa prueba se introdujera legalmente al proceso. El juzgado de conocimiento le dio la razón al defensor y negó la prueba.
La Fiscalía se puso a la decisión y apeló. Le correspondió al Tribunal Superior de Manizales decidir sobre los argumentos a favor y en contra. Concluyó que era legal la prueba y se debía llevar a juicio.
La discusión sobre la prueba está alejada del contenido del video, sino sobre la forma como se agregó al expediente. El Tribunal aclaró que esas imágenes no eran una base de datos sino un aporte de un comerciante, ya que sus cámaras registraban lo que sucedía en la calle. Al parecer el video tendría imágenes que apoyarían la tesis de la Fiscalía sobre los seguimientos a los Gañán para luego matarlos.
El presunto agresor sostuvo una riña con los Gañán el 25 de diciembre del 2019, en la vereda Bajo San Francisco. A una de las víctimas la amenazaron con un arma, pero logró desarmar al otro, quien fue golpeado y resultó lesionado, lo que habría generado la venganza.
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