LA PATRIA | MANIZALES

Los abusos habrían ocurrido entre los 6 y 11 años de edad de la víctima. El tipo le pedía que le mandara fotos desnuda y también se las tomaba con su celular. Le mostraba películas pornográficas y le ofreció $1.000 y dulces para no contar nada. Cometía los vejámenes delante de sus hijas.

Por todo esto, el pereirano Javier de Jesús Calvo Vallejo terminó condenado a 20 años de cárcel, en primera instancia, por acceso y actos sexuales abusivos con menor de catorce años, agravados, en concurso. Lo sentenció el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio por unos hechos en un barrio de ese municipio.

Una mujer tenía la costumbre de envíar a su hija, de seis años, a la casa de una señora para que jugara con otras dos niñas, en condición de discapacidad. Entre el 2011 y el 2016, Calvo Vallejo, compañero permanente de esta última, aprovechó los momentos de soledad para manosear con lujuria las partes íntimas de la niña visitante, hasta que la víctima decidió contarle lo sucedido a la psicóloga de su colegio, el 17 de septiembre de 2017.

Desde allí llamaron a la progenitora, con urgencia, para activar de inmediato la ruta hacia el esclarecimiento del hecho y la judicialización del presunto responsable.

Avisaron al ICBF, donde se inició el proceso de restablecimiento y se puso el caso en conocimiento de la Fiscalía.

Juicio

Lo aprehendieron el 12 de marzo pasado. No aceptó cargos y lo encerraron. El juicio fue entre octubre y noviembre y se emitió sentido de fallo condenatorio contra el sujeto, de 40 años, a quien apodan Morocho.

La madre de la víctima manifestó que su hija vive triste, tiene miedo, no concilia el sueño, se siente aislada, llora, tiene momentos de tristeza, de dolor, depresión y no quiere vivir. “Todos perdimos la tranquilidad, incluso yo. Quisiera saber si fui culpable en este suceso, ya que por proteger a la niña la dejaba en guardería desde los seis meses de edad, no conseguí novio o compañero para evitar el ingreso de un abusador a la casa, sin saber que ya lo había”.

Para el Juzgado, la víctima realizó una descripción fidedigna de los sucesos traumáticos y permitió en audiencia una reconstrucción muy fiel de la verdad procesal.

Cuidado

• *Los familiares o allegados a los niños son el primer referente a la hora de hablar de victimarios. Los padres no deben confiar en nadie, menos en los parientes.
• *Consejos para los menores: Le contaré a mi adulto de confianza si algo me hace sentir triste, asustado o confundido. Le preguntaré a mi adulto de confianza antes de intercambiar información como mi nombre, dirección y número de teléfono. No me encontraré en persona con nadie que haya conocido en Internet.

La sentencia fue apelada ante el Tribunal Superior de Manizales.