LA PATRIA | MANIZALES
A Alfair Sabogal Moreno, de 26 años, lo condenaron ayer a la máxima pena permitida en Colombia: 60 años. El Juzgado Primero Penal de Chinchiná lo halló culpable de los delitos de homicidio agravado en concurso con tentativa de homicidio agravado.
Él mató con un martillo a Raúl Antonio Marín Muñoz y a Darío Marín, e hirió a otras tres personas. Entre ellas estaba su compañera sentimental, Diana Marleny Marín, a quien dejó ciega y con problemas de audición. La defensa del condenado apeló del fallo.
Los hechos ocurrieron el 22 de julio del 2014 en el barrio El Túnel, de ese municipio. Sabogal Moreno aprovechó que en la casa de su compañera todas las personas dormían y les suministró escopolamina. Luego las golpeó. Una de las dos víctimas murió en el lugar de los hechos y, la otra, tres días después. Tenían heridas y fracturas en el cráneo, según el dictamen que arrojó la investigación. A los heridos los remitieron al Hospital San Marcos con traumas craneoencefálicos.
El hombre escapó. La investigación la asumió el CTI de la Fiscalía de Chinchiná, que lo capturó en San Antonio (Tolima) a mediados de diciembre pasado. Ahora permanece en la cárcel La Blanca.
A la audiencia acudió Diana, su excompañera sentimental, con la que tuvo dos hijos. Ella quedó ciega y no escucha por el oído derecho. Además, tiene una deformación en el cráneo. Entró en compañía de su mamá, Claudia Janeth Largo.
"La vida me ha cambiado mucho, ya no me puedo mover con facilidad. Estaba en embarazo cuando sucedió todo esto, pero por fortuna no perdí el bebé".
Diana contó que todo ocurrió por celos, porque charlaba con un amigo de Bogotá, y a Alfair no le gustó.
"Fue un lunes, al día siguiente del Día del Padre. El viernes anterior tuvimos un altercado porque él me cogió el celular y me dijo que quería ver una cosa. A las 11:00 de la noche entró un mensaje donde me decían mi amor, y eso lo enfureció. Al día siguiente me llamaron del mismo número, pero no quise hablar con la otra persona. Borré ese contacto y todo lo que me comprometía”, dijo.
El domingo en la noche, la mujer salió para un café internet y él se fue a visitar a una tía de ella, a quien le contó que querían terminar la relación. Luego Alfair fue donde Diana y le informó que el niño lloraba mucho, que fuera a calmarlo. Salió y no se percató de que dejó la cuenta de Facebook abierta. El hombre la revisó.
Regresó a la vivienda, comió y se acostó. De ahí en adelante, al parecer, comenzó a tejer en su mente el macabro plan. "Nos dimos cuenta de la magnitud de la tragedia hasta el otro día que nos despertamos en el Hospital", manifestó Diana, quien ahora asiste a clases de braille, matemáticas mentales, de movilidad y superación personal.
“Esa pena es muy poquito para lo que hizo. Dañó mi vida y la de mis seres queridos. Aún le guardo rencor”, concluyó.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015