LA PATRIA | Manizales
La noche del pasado viernes no fue la mejor para los habitantes del corregimiento de Bolivia (Pensilvania), pues ese día un fuerte vendaval acompañado de lluvia derribó techos y quebró ventanales, afectando a por lo menos 45 viviendas y el colegio John f. Kennedy.
Jairo Antonio Ríos, alcalde de Pensilvania, expresó que con la ayuda del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja y Defensa Civil realizan la evaluación, pues aún no tiene una cifra concreta de los afectados.
"Hoy (ayer) tenemos dos funcionarios en la zona y esperamos que para mañana (hoy) ya tengamos la información completa para pedir las ayudas que necesitemos", dijo.
Félix Ricardo Giraldo, director de la Unidad departamental de prevención y atención de desastres (Udepade), informó que hasta el pasado sábado había 45 casas afectadas ubicadas en los corregimientos de San Daniel y Bolivia, y en la vereda la Ínsula.
"Hoy (ayer) están haciendo un recorrido por la zona rural para finalizar el censo. Entonces estamos esperando el resultado final para poder enviar las ayudas", indicó.
Los daños
Las casas de familiares cercanos y vecinos fueron los refugios por esa noche de quienes perdieron colchones, alimentos, ropa y enseres.
El fenómeno natural dañó el techo de la casa cural causando daños en habitaciones y en construcciones vecinas a la residencia del párroco. Sin embargo, la situación del colegio fue más dramática, pues se destecharon cuatro salones, incluido el de la banda estudiantil, el agua mojó el corredor de la segunda planta, se entró a dos salas de informática y dañó varios computadores y material didáctico de la sala de profesores.
Por tal motivo, 215 estudiantes no podrán asistir hoy a clases, pues al parecer la ayuda de los organismos encargados demorará en llegar.
Eso preocupa a los habitantes, pues las lluvias seguirán deteriorando la edificación, ya que hace más de un mes, otro vendaval derrumbó parte del techo de la Escuela Patio Bonito y a la fecha no se recibe ninguna atención de las autoridades.
Sin viaje
El vendaval también perjudicó a las personas que viajaban hacía otros lugares, pues el bus de la empresa de transportes La Esperanza, que salió desde las 10:00 de la noche rumbo a Bogotá, se vio obligado a regresar a Pensilvania, debido a que en los sectores de El Congal y La Estrella, a 8 y 12 kilómetros respectivamente de la vía que del municipio conduce a Manzanares, había árboles caídos y un guadual que impidieron el paso del vehículo.
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