LA PATRIA | MANIZALES
Solo escombros quedaron ayer de lo que fue el hogar de familias venezolanas y colombianas en el sector de La Carrilera, barrio Pío XII, de Manizales. Las miradas eran de incertidumbre, mientras algunos removían los restos que dejó un incendio de la noche del jueves, que se extendió durante cerca de hora y media.
Las personas lamentaban lo que les pasó a sus vecinos. El humo cubría aún gran parte del lugar y se confundía con la niebla.
Jorge Luis Dávila Cachima, venezolano damnificado, le dijo ayer a LA PATRIA que el incendio se inició a las 9:15 de la noche y se quemaron muchas casas, con pérdida total. “Se especula que fue provocado o por un corto, pero no sabemos bien. En mi vivienda vivía con tres personas más: una pareja y un cuñado de uno de ellos. Nos quedamos sin nada. Se quemaron enseres, ropa y hasta plata. Ojalá nos ayuden o nos reubiquen. Acá llevaba 2 años”.
Alexa Morales, directora de la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR) anotó que el balance ayer era de 8 casas consumidas, 24 familias afectadas (80 personas), la mayoría de Venezuela. Ocho mascotas murieron y una más fue rescatada.
El teniente Jorge Iván Quintero, comandante de Bomberos Manizales, explicó que a las 9:51 de la noche recibieron el reporte y que videos por redes sociales daban muestra de la magnitud de la emergencia.
“Al llegar se ubica una máquina que pudo ingresar hasta el sitio, de difícil acceso, sacar varias líneas de manguera y apoyarnos con un hidrante de la zona. Pero estaba muy avanzado. Arribaron unidades de Fundadores y ayudaron con carrotanque, máquina extintora, unidad de rescate y ambulancia, para atacarlo por varios flancos, en las partes alta y baja”.
Al principio hubo dificultades par atender el hecho y se pidió apoyo a otros organismos como ByR. A las 10:30 de la noche los socorristas solicitaron suspender el servicio de luz y de gas, pues las llamas alcanzaban algunas líneas y se reportaban fugas. A la par, en redes sociales, se compartían fotos y videos de la emergencia, desde diferentes lugares de la ciudad.
Al tiempo que se atendía este incendio, se reportaba una fuerte lluvia, con vendaval incluido, en la Cuchilla del Salado, sin hechos qué lamentar, afortunadamente. A esa hora muchos pedían que ojalá esas gotas de agua cayeron sobre la zona de la conflagración.
“Ya tenemos el censo. Procederemos a la entrega de auxilios de arrendamiento y mercados”, contó ayer la responsable de la UGR.
Durante la emergencia un bombero sufrió esguince de tobillo y fue atendido por sus compañeros.
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