12 años por matar antes de una conciliación en Supía

LA PATRIA | Manizales

A 12 años de prisión condenaron a Jorge William Cuesta Martínez por matar, con ira e intenso dolor, a Luis Orlando Rendón Agudelo. Así lo determinó el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio, en fallo anticipado, tras avalar el preacuerdo que establecieron Fiscalía y defensa del procesado.

La sentencia fue por homicidio agravado en concurso con porte ilegal de armas de fuego. Los hechos se remontan al miércoles 18 de julio del año pasado, cuando hasta la Inspección de Policía del municipio, ubicada en la Casa de Justicia, llegaron Victoria Eugenia y Lina María, hijas del fallecido y del asesino, respectivamente.

El motivo: Participar en una audiencia para tratar de resolver un litigio por amenazas lanzadas entre ambas.

Los papás de las dos mujeres estaban cerca y pendientes de lo que pudiese pasar. Incluso, narró la Fiscalía, dos días antes hubo enfrentamientos a golpes entre los hombres por disputas territoriales sobre una cantera en explotación aurífera, en la vía hacia Riosucio.

Lanzada

"Luis Orlando llegó en carro a la Casa de la Justicia y Lina María se le acercó a la ventana, le vociferó una serie de improperios de grueso calibre, sumado al lanzamiento de una bebida sobre su rostro. Luis Orlando se bajó de su carro, sacó un machete y en ese momento apareció por detrás el hoy condenado, con un revólver, y le disparó a su contrincante en cinco ocasiones. Murió en el Hospital San Lorenzo, ubicado a escasos metros", narró el ente acusador.

Un policía que custodiaba la Casa de la Justicia notó la situación, salió a atener el caso, observó al asesino con el arma en la mano y este se entregó sin oponer resistencia. l día siguiente, en audiencia, se legalizó la captura y no aceptó cargos. Lo mandaron para la cárcel. En octubre se reformuló la acusación de homicidio simple a agravado, por el estado de indefensión de la víctima. Tampoco aceptó.

Luego se planteó la posibilidad del preacuerdo reconociéndole al señalado, comerciante riosuceño de 69 años, el atenuante de la ira e intenso dolor, con una pena de 12 años. El Juzgado aprobó el pacto, pero las víctimas no estuvieron satisfechas, por lo que apelaron ante el Tribunal Superior de Manizales, que le dio la razón al juez. Por eso la condena quedó en firme.