LA PATRIA | MANIZALES
Obtener dinero fácil y rápido es tal vez lo que buscan los delincuentes. Por ello, May Alberto Tamayo Bedoya y William Harold Reyes armaron el plan que les serviría para llenar sus bolsillos. No contaron con que luego de ejecutar su estrategia delictiva serían capturados y meses después condenados por atracar a una persona que retiró $9 millones de una entidad bancaria en Riosucio.
La sentencia que el Juzgado Penal del Circuito de ese municipio les dio fue de 11 años, por los delitos de hurto calificado y agravado, y porte ilegal de armas de fuego.
El 6 de febrero del año en curso, los fleteros identificaron a la víctima, verificaron que retiró el efectivo y lo guardó en un morral. Al percatarse de que iba desprevenida, uno de ellos, quien tenía puesto un casco de motocicleta, la abordó y amenazándola con un arma de fuego le exigió que le entregara el efectivo y otros objetos personales. Ante el grado de peligro que corría su vida, no le quedó más opción que acceder a las peticiones del delincuente.
Con el botín en mano corrió hasta donde su cómplice lo esperaba para huir en una motocicleta. Hasta allí todo marchaba según lo planeado, pero su dicha se les terminó en la vereda Altos de Medina (Supía), cuando la Policía los detuvo con los elementos y el dinero hurtado.
May y William, quienes llegaron de Medellín, aceptaron los cargos en la audiencia de garantías y 10 meses después recibieron la sentencia. La defensa apeló.
La víctima retiró los $9 millones que le habían consignado y en el momento del atraco procedía a entregárselo a la verdadera dueña, su cuñada, dado que prestó su número de cuenta para realizar un pago de una deuda hipotecaria.
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