El tiempo pasa y es bien notoria la ausencia de mi amigo Horacio Sánchez Estrada. Se ha marchado pleno hacia el más allá con sus manos repletas de bondad, de servicio y un corazón noble para poder hacer presencia ante el Creador, como bien lo manifestaron en su despedida los abogados Diego Giraldo Gaviria y su cuñado César Augusto Duque Gaviria, quien en uno de sus apartes dijo: “En su paso por la vida dejó huellas de bondad, humanidad y servicio”. Bien sabemos que todas las despedidas son tristes y ello lo pudimos constatar cuando su hija, Liliana Carolina, con su voz trémula y un poco abrumada, recordaba con mucho amor los momentos vividos al lado de su progenitor. Horacio Sánchez Estrada fue un esposo romántico, padre ejemplar, gran compañero, entrañable hermano, hombre sencillo y jovial, muy atento con los pacientes, un hombre sincero lleno de atributos. Es decir, todo un caballero. A su esposa, Norma Valencia de Sánchez, a su hija, Liliana Carolina, y a sus hermanos Carlos Arturo, Humberto, Amparo, Marino, Jorge, Nidia, Fabiola, Cristina, Doralba y Luz Marina, nuestro más sentido de condolencia y profundo sentimiento de pesar y fraternidad por la ausencia del sin igual amigo. Hasta pronto amigo Horacio. Paz en su tumba.
Óscar Gaviria Valencia
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