A los 98 años fue al encuentro del Altísimo a quien tanto amó, SOLEDAD GRAJALES DE MORALES; quien con su ejemplo de vida llenó de luz, amor, ternura, tolerancia, paciencia y mucha alegría a quienes tuvimos la bendición de tenerla cerca. Cada uno de sus días daba gracias a Dios por el ayer, pedía fortaleza para el hoy y tenía firme la esperanza en el mañana. Ella jamás supo de críticas, no llegó a juzgar a nadie, y fue ejemplo viviente de las mas acendradas virtudes y cualidades humanas. Madre y abuela amada, te vas pero permaneces; tu buen humor, tu sonrisa y ese calor de hogar con el que nos arropaste siempre, seguirá siendo nuestro cobijo, ese "estoy muy bien Dios se lo pague", y el silencio elocuente que en tus últimos días nos hizo presentir que te dolía partir dejándonos con el alma herida, nos dará la fortaleza que necesitamos para seguir adelante. Gracias madre querida, seguirás siendo una estrella en nuestro caminar y gracias Padre Dios por esa generosidad que tuviste con nosotros dándole 98 años ricos en salud física y espiritual.
Que Dios bendiga a todos quienes nos acompañaron en tan difíciles momentos, seguramente ella los bendecirá desde el cielo.
Myriam Fanny, María Esneda, Gloria Elsy, Héctor Hugo, Jairo, Roberto Alonso y familias.
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