Tulio Enrique Cabal Wilches.
Hoy papá se cumplen dos años desde que Dios te llevó con él. El vacío es grande, pero cada día encontramos una fortaleza inmensa para soportar tu ausencia. Siempre estás presente en cada momento, en los días especiales y en los que no, en las circunstancias buenas y malas, donde sacamos siempre a relucir tus enseñanzas y las de mi mamá para salir adelante.
Recorrer la casa sin ti es tan diferente, todo es como si faltara una parte fundamental. Pero cuando sentimos que no tenemos fuerzas para nada, vamos a tus sitios preferidos y desde allí oramos por ti para que nos des la seguridad de salir adelante.
Quiero decirte Don T que seguimos más unidos que nunca. Tus hijos y tu esposa son el fiel reflejo del gran hombre que eres y buscamos por todos los medios que tu recuerdo permanezca intacto para Emiliana, para los que compartieron contigo en algún momento de su vida y para todos los que tuvieron el honor de dirigirte la palabra o ser escuchados por ti.
Cada día me siento más orgullosa de ser tu hija y de gritarle al mundo que soy hija de un par de robles que nos protegen a mis hermanos y a mí, a la familia y a los amigos de verdad, de todo mal y peligro.
Mirar al cielo ya no es lo mismo de antes… Ahora cada que lo miro te veo en él y siento como me rozas el rostro con tus grandes manos para proteger a tu muñeca.
Qué falta que me hacés papito, pero ya la soledad es diferente, el alma se va llenando de paz y de seguridad porque un gran ángel me acompaña siempre.
Te extraño como nunca y te recuerdo como siempre,
Tu muñeca, Nathalia Carolina Cabal Durango
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