Tú siempre fuiste una persona tan fuerte y echada para adelante, gran ejemplo de mujer, entregada y honorable para todos los que te conocieron.
¿Cómo no admirarte? ¿Cómo no amarte? Si tú vives en nuestro corazón, nuestro amor por ti arde en medio del dolor y tu legado de sabias enseñanzas perdurará por siempre.
La vida no fue fácil para ti. Pero tuviste perseverancia y sobre todo confianza en ti misma. Dios te otorgo dones para cumplir una misión y esa misión fue lograda.
Te has ido de nuestras vidas pero te quedas en nuestros corazones, recorriste un largo camino con tropiezos de los cuales siempre te levantaste, pero también de grandes satisfacciones, seguiste adelante siendo un ejemplo digno a seguir, aprendimos lo que significa tener fortaleza, valor y fuerza para afrontar los problemas e inquietudes que se presentan a diario, fuiste la mayor de las concejeras, el pilar de muchos de nosotros, el soporte que nos sostuvo durante todo este tiempo, por todo esto y por muchas cosas más estamos eternamente agradecidos.
Es difícil aceptar que ya no estás, fueron tantos bellos momentos que compartimos que cada día te extrañamos más, ojalá pudiéramos devolver el tiempo para verte de nuevo y darte un abrazo, pero comprendemos que llego tu tiempo y que Dios te ha llamado para estar a su lado, ahora estás en el lugar donde existe paz, donde puedes descansar y donde sabemos que nos cuidarás por siempre.
Aún no ha sido un adiós para nuestros corazones sino un hasta pronto.
Te querremos por siempre
Tu familia y amigos.
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