A mi tía Olgapa

“Somos el resultado de los libros que leemos, los cafés que disfrutamos, los viajes que hacemos, y más importante, las personas que amamos”.
Hablar sobre mi tía Olga Patricia Gómez Toro es una tarea muy sencilla, basta recordar la persona espectacular que era para evocar mil ideas en mi cabeza. Incluso ustedes, las personas que hoy nos acompañan son el testimonio vivo de quien fue esta gran mujer.
Me gustaría entonces rescatar tres aspectos
1. La amistad: Mucho se dice al respecto, pero la de Olgapa sin duda era épica. El día de ayer cuando empecé a preparar estas palabras, pregunté por las amigas más allegadas a ella, la respuesta de mi padre fue contundente: “Son tantas y la quieren tanto que esa lista no la alcanzamos a hacer nunca”. Ustedes fueron quienes compartieron con Olgapa toda su vida, los momentos felices desde su niñez allá en la casa de don Jaime y doña Olga. Y fueron sin duda los bastiones que la mantuvieron en pie de lucha hasta el final. Nosotros, la familia, tenemos una deuda de gratitud enorme con ustedes, son el tipo de personas que cualquiera soñaría tener cerca. De corazón les doy las gracias, le dieron un gran significado a la palabra amistad.
2. La familia: Nacimos en una privilegiada, con un legado de entrega y solidaridad del cual siempre me he sentido orgulloso. Sé que la enfermedad de Olgapa fue un duro golpe para todos y que verla partir el día de hoy nos confronta a muchos sentimientos amargos, pero a todos nos queda la satisfacción de haber estado con ella compartiendo cada momento y sacando lo mejor para hacerle la vida más llevadera. Gracias familia.
3. El último aspecto es el privilegio de vivir. La partida de mi tía me hace reflexionar sobre esta labor de valientes que es vivir y más aun, aceptar la muerte como un paso fundamental que da sentido a nuestras vidas. Neil Tyson hablando sobre la muerte decía que si no tuviésemos la premura de la muerte tal vez nunca llegaríamos a nada, ni disfrutaríamos como lo hacemos, ni lograríamos lo que logramos, sin duda ver la muerte a los ojos nos hace pensar sobre la importancia del ahora. Gran valor tienen la gratitud y el amor expresados a tiempo.
Facundo Cabrales hablando sobre esa penosa enfermedad que es el cáncer, decía que podían pasar dos cosas y las dos eran buenas: Si le ganabas seguro ibas a ver la vida con otros ojos, más humilde y disfrutaría cada instante. Pero si te ganaba, te librabas del cuerpo que era tan molesto: tengo hambre, tengo sueño, tengo frío, tengo, tengo…..
Pasó la segunda, pero el testimonio de tu legado esta aquí, somos tu familia y tus grandiosos amigos y amigas.
Buen viaje Olgapa y te quiero 
mucho.
Rafael Gómez G.