A LA MEMORIA DE MELVA DEL PILAR VILLA RAMIREZ

El pasado 4 de diciembre falleció en esta ciudad, MELVA DEL PILAR VILLA RAMÍREZ quien después de soportar pacientemente una delicada enfermedad; y que a pesar de los ingentes esfuerzos de los médicos por conservar su vida terrenal, te fuiste al encuentro con el dueño de nuestra vida, nuestro señor Jesucristo, en silencio con la paz y la ternura, reflejo sereno de quien ha entrado en el término de la vida sin fin. Con la alegría de quien ha cumplido una bella misión, sobre la tierra, cada dolor, cada sufrimiento, purificaba tu alma, alcanzando llegar muy pronto a las delicias celestiales.

MELVA DEL PILAR desarrolló la parte humana de su ser en especial con su bella familia. Tus hijos el mayor tesoro de tu corazón, a tu madre prodigaste, los mas bellos sentimientos de ternura, amor, paciencia, cuanto la amaste. La convivencia con tus hermanos, se basó en el respeto, y la comprensión. Tu compañero sentimental para quien no fue impedimento alguno desplazarse desde Chinchina, diariamente para rodear la vida de su amada, con el suave sentimiento del amor, llevando una palabra de aliento, cultivando la paciencia, Ia tolerancia, el amor y la misericordia de quien permaneció a su Iado en el lecho de enferma de su adorada con hechos y palabras de comprensión y optimismo, hasta el día de tu fallecimiento.

MELVA DEL PILAR fué poseedora de grandes talentos en la parte artística, en las danzas del adulto mayor en Asoviejos, en la cual se desempeñó con gran acierto; pero el que más disfrutó y valoró fue el de ser profesora de artes manuales en los centros días de Manizales. Con cuanto amor desempeñó esta labor, repartiendo a manos llenas una palabra oportuna, una sonrisa, una explicación clara, practica sencilla y personalizada, logrando así un buen aprendizaje en sus alumnas.

En nombre de los directivos, coreógrafo e integrantes del grupo de danzas de Asoviejos, nos unimos de corazón a su dolida y agobiada familia.

Queremos manifestar el cariño y aprecio que sentimos por MELVA DEL PILAR.

CON PROFUNDA ADMIRACIÓN,
MARÍA LUISA LLANO ARANGO.