El corazón no puede hablar pero se comunica con muy claro lenguaje, con las Iagrimas que brotan de nuestros ojos para demostrar el inmenso dolor que en el alberga.
Una madre no se ausenta por cualquier cosa , y cuando lo hace sobradas razones tendrá. En tu caso no hiciste sino atender aun llamado del cielo que no te dejaba más alternativa que obedecer un respeto a las leyes de la vida.
Tú lentamente nos preparaste para este duro momento, tu con tu bella mirada y tus palabras simples y sencillas...ideaste un manual de instrucciones para aprender a recuperar la vida después de tu dolorosa partida.
No nos queda más que agradecerte todo lo que nos enseñaste, tú con tu dulzura, tu sencillez, con tu corazón bondadoso no solo con tu familia, sino hacia todos los que te conocieron.
Fuiste y siempre serás mi primer pensamiento, mi orgullo y mi admiración.
Descansa en paz querida madre.
Tu hija Marielita.
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