EN MEMORIA

Nuestra Carmenza llego en el mes de abril de 1977 cargada de esperanzas reflejadas en su vestido y zapatos verdes que lucía ese día, con sus sueños propios de juventud encontrándose luego con el amor de su vida Albeiro, con quien conformó su propio hogar, a quien le profesó todo su amor incondicional, presente en todos los actos de su vida personal, laboral, familiar, pues no hacía nada sin tenerlo en cuenta, siempre era el negrito por acá y el negrito por allá, cuando hablaba definir la vida de Carmenza no es difícil para quienes tuvimos la dicha de conocerla y compartir con ella, un ser humano noble, con cualidades espirituales y morales, con energía y riqueza interior para dedicarse a otros y facilitar la vida a los demás, una persona generosa pero con algo más, es decir, con un horizonte mental ilimitado, con capacidad de comprender el punto de vista de los otros, un ser humano que influyó positivamente en todos los núcleos propios de la familia Bancafé, contagiando con alegría e irradiando su felicidad por donde pasaba, siempre se le conoció con una sonrisa a flor de labios, espontánea, de una forma natural, sin dificultad alguna, en fin, brilló con su propia luz, la misma que dios le dio.
Desde que comenzó su vida laboral en Bancafé, se convirtió en el alma de la empresa dándole vida a todas las actividades culturales a las que entregaba con todo el compromiso incondicional para alegrar la vida de todos los que conformábamos la gran familia cafetera, igualmente era la gestora de causas nobles para tenderle la mano a quien más lo necesitaba.  Carmenza representaba la cara amable, era la delicadeza para atender a toda la clientela, tanto interna como externa, así mismo, ese carisma que suscitaba la admiración de todos, era como un magnetismo personal que proyectaba hacia los demás con su sonrisa genuina y sincera, respetuosa como nadie.  Siempre tuviste en tu corazón , un lugar para las causas nobles.
En el cielo deben estar muy felices , porque has llegado para alegrarlo todo.  El señor, que es más justo que nosotros, no tendrá un lugar inferior en el paraíso. De tu parte, ya acumulaste acá en la tierra, con tu nobleza y tu generosidad , sobrados puntos para que dios te de el mas grande de los premios la gloria eterna.   Siempre te recordaremos y te llevaremos en el corazón.
Familia Bancafé.