Tu humildad, amor, entrega, te destacaron durante toda la vida como una persona digna de amar, al ser excelente hijo, hermano, primo, sobrino y padre. Sólo supiste dar amor y felicidad, solo amor tuvimos para tí.
Hoy dejas un gran vacío en nuestros corazones, lágrimas incesantes acompañadas de mil preguntas sin respuesta, quedan muchos sueños sin cumplir, muchas más palabras sin decir.
Te llevas nuestro amor y queda con nosotros miles de gratos recuerdos. Ahora estás con Dios, disfrutando de lo que cosechaste en vida. Paz en tu tumba y mil bendiciones.
Te amamos QEPD.
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