Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. En Colombia anualmente mueren 54 mil personas por esta causa, según el DANE. Por eso, no es extraño que cualquier persona que sufra un infarto, un preinfarto u otra alteración del funcionamiento cardíaco, se llene de temores sobre su futuro. Uno de ellos es cómo puede recobrarse la normalidad en la vida sexual después de un episodio de este tipo.
Luego de un infarto los músculos del corazón no retornan a su estado natural. Aunque hay tratamientos y rehabilitaciones, el daño sufrido es considerable. Los especialistas coinciden en que después de sufrir uno, hay que mejorar todo lo posible la calidad de vida para no afectar el desempeño sexual.
Vida sexual
“Cuando las personas tienen enfermedades coronarias, ya tienen la enfermedad en las arterias del pene”, según el urólogo José Miguel Silva Herrera, quien indica que muchos de los pacientes que van a sufrir infartos tienen primero disfunción eréctil. Esa es una patología que se asocia a las alteraciones cardiovasculares y que se da por alteración del flujo de sangre.
La principal causa de que las personas con dichas alteraciones tengan problemas de erección, es el daño de las arterias que dan entrada a los cuerpos cavernosos (órgano eréctil localizado en el pene o el clítoris).
En una actividad sexual es necesario que los pulmones den ventilación a los músculos que se están ejercitando. Para que den fuerza de contracción se necesita sangre oxigenada. Si el corazón no bombea cinco litros por minuto, ni el rendimiento, ni la capacidad será óptima a la hora de cualquier actividad física, entre ellas, por supuesto, las sexuales.
Además, las mujeres con enfermedades coronarias pueden presentar alteración en el deseo, en la lubricación, dificultad para llegar a un orgasmo y sentir dolor durante la relación. Sin embargo, en ellas las alteraciones son menos frecuentes.
Tratamientos
Para volver a la normalidad sexual luego de un infarto, lo clave es cumplir adecuadamente la rehabilitación cardíaca reacondicionando el corazón a la actividad física. En este proceso se entrena al paciente para que su corazón pueda bombear cinco litros por minuto al momento de las actividades de mayor exigencia. Con esto se asegura que no haya una falla cardíaca cuando aumente la frecuencia cardíaca durante la actividad sexual.
Entrenar el corazón con ejercicio físico aeróbico hace que el latido sea lo suficientemente fuerte como para abastecer todos los órganos que el cuerpo requiere durante el coito.
También es importante realizar una prueba de esfuerzo, que permite saber hasta qué punto una persona puede desempeñarse adecuadamente durante una relación sexual. “Si una persona puede hacer el esfuerzo que implica una actividad sexual, lo que hacemos es brindarle tratamiento y le damos la posibilidad de recuperar las erecciones, lo que buscamos es que los cuerpos cavernosos puedan recuperar nuevamente lo que se ha dañado”, indicó el sexólogo José Pablo Saffón.
Cuidados preventivos
Lo que dicen los expertos
"La vida sexual se puede recuperar, no totalmente, pero sí se puede llevar una vida sexual normal con ciertos acuerdos con la pareja”: Luis Moya, presidente de la Liga Colombiana contra el Infarto y la Hipertensión.
“Se ha demostrado que las personas que tienen una vida sexual activa tienen menor grado de estrés y esto también les puede ayudar con sus problemas cardiovasculares”, José Pablo Saffón, sexólogo.
“Siempre hay alternativas para restablecer la vida sexual, tener una relación sexual es como hacer ejercicio, lo importante es que los pacientes con enfermedades del corazón sepan qué tanto ejercicio pueden realizar”, José Miguel Silva Herrera, urólogo.
¿Qué produce un infarto?
Causas no modificables
Los genes son un factor determinante que marcan la tendencia de sufrir o no un infarto. Si los padres han sufrido problemas cardíacos existe una alta predisposición de sufrirlo.
A medida que pasan los años las arterias se envejecen, se vuelven más duras y son más sensibles a la arterioesclerosis (obstrucción). La edad vuelve al corazón más vulnerable.
Aunque el infarto puede afectar indistintamente a hombres y mujeres, la mujer es menos propensa, debido a su carga hormonal, que ejerce un efecto protector en ella. Sin embargo, después de que entra a la menopausia su riesgo aumenta.
Causas modificables (prevenibles)
Enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial favorecen la obstrucción de las arterias. El cigarrillo, la obesidad, el sedentarismo, estrés y el consumo de sustancias como la cocaína se constituyen en altos factores de riesgo.
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