
Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
A María Inés Giraldo y Luis Felipe Rivera los sorprendió en 2009 un embarazo no planeado. Sin embargo, este no fue el asombro mayor. Tras los exámenes correspondientes les comunicaron que serían padres de dos bebés.
La situación los alarmó. Ya tenían dos hijos: Daniel y Juan Alejandro, que hoy tienen 22 y 13 años, respectivamente. Pensaron que estaban por culminar su crianza, pero la vida los enfrentaba de nuevo al cambio de pañales, a las citas con el pediatra, a un sinnúmero de actividades que jamas pensaron repetir.
"Saber que ella estaba en embarazo fue una sorpresa para mi. No buscábamos bebés y enterarme que eran dos me impactó mucho. Más con las edades que tenían mis otros hijos en ese momento", señaló Luis Felipe Rivera Valdez, quien para el momento de la noticia residía en Panamá por motivos laborales.
Ella lloró cuando le dieron la noticia: "Volver a empezar cuando ya estábamos saliendo del proceso con mis otros dos hijos fue muy duro. Me dio susto, yo ya tenía 41 años. Mi edad en ese momento no era la más indicada para tener hijos y menos dos", resaltó María Inés.
Según ella, los síntomas de su tercer embarazo fueron los más horribles si los compara con los anteriores. Apuntó que debió cuidarse mucho por todo lo que implicaba su gravidez y que los médicos siempre estuvieron dándole consejos para que saliera avante de este periodo.
Asustados
A Luis Felipe le preocupó mucho el estado de su mujer y sus futuros hijos: "Podían venir con una condición especial y por ello se realizaron las pruebas correspondientes. Las posibilidades en este tipo de embarazo de que tuvieran síndrome de Down eran altas".
María Inés no subió de peso y sus bebés nacieron pequeños, algo normal en este tipo de embarazos. Ella estuvo incapacitada desde la semana 26, ya que se sentía muy mal, y dio a luz cuando tenía 34 semanas (aproximadamente 8 meses).
Nacieron en Manizales y por cesárea. Al primero lo llamaron Jerónimo y, al segundo, Mateo. Luis Felipe dijo que los primeros días fueron difíciles y que ella, después que le dieron de alta, debió visitarlos en la clínica durante 10 días, porque a los niños -que venían en un solo saco amniótico y que fueron catalogados como gemelos no idénticos- los dejaron en encubadora.
"Fueron unos días duros", puntualizó María Inés. Pero agradeció a su esposo el apoyo que le brindó: "Cuando los traje a casa, conté el primer mes con dos enfermeras que él pagó. Cada una hacía turno de 12 horas. Después y por tres meses tuve la ayuda de una sola. Hacía un solo turno de 12 horas. Ya él después me dijo que dejara de trabajar y que me dedicara a ellos".
María Inés los pudo amamantar y tuvieron unos primeros meses con cierta normalidad. Contó que Jerónimo fue el más sano y que Mateo superó una bronquiolitis (inflamación de vías aéreas) y que hace un año le estirparon el riñón derecho, sitio en el que tuvo cáncer. Dijo que ya está bien y que a ambos les cuida mucho la alimentación: "Sus comidas son restringidas. Nada de paquetes, enlatados, gaseosas. Sus loncheras son con jugos naturales y frutas".

Mateo (izquierda) y Jerónimo tienen cinco años.
Frecuencia
Casos como el de esta familia son muy raros, según lo que explicó Eduardo Rodrigo Henao Flórez, médico ginecólogo: "Las posibilidades que una pareja tenga espontáneamente gemelos es de 1 en 80".
El experto detalló que hay varios tipos de embarazos gemelares y que su nombre depende del número de placentas (órgano que se desarrolla durante el embarazo y que hace posible el paso de nutrientes, sangre y oxígeno de la madre al feto) que se desarrollen y de la cantidad de sacos amnióticos (cubiertas de dos membranas que recubren el embrión) que se tengan:
* Embarazo gemelar bicorial biamniótico. Es el más frecuente. Se tienen dos placentas y dos sacos amnióticos. La mujer ovula dos óvulos y esos son fecundados por espermatozoides distintos. Los mellizos pueden ser también de un solo óvulo. En este caso, el óvulo es fecundado por un espermatozoide y se da una división del embrión antes de tres días.
Son conocidos como mellizos. Regularmente son de físico diferente y el sexo puede variar de niño y niña o dos niños y dos niñas.
* Embarazo gemelar monocorial biamniótico. Se desarrolla una sola placenta y cada bebé tiene su saco amniótico. Después de fecundado, el óvulo se divide en cuatro días.
* Embarazo gemelar monocorial monoamniótico. En este se tiene una sola placenta y los bebés comparten el mismo saco amniótico. Es el más riesgoso tanto para los bebés como para la gestante. Puede ocurrir que los fetos se enreden en los cordones umbilicales.
* Siameses. Es cuando los fetos están unidos por alguna parte del cuerpo o comparten algún órgano. Esto ocurre cuando la división del óvulo o embrión se da después de 14 días. Estos casos son visibles desde los tres meses de embarazo y mediante una ecografía. Son los más raros de todos, se les considera anecdóticos.
Viabilidad
Henao Flórez resaltó que pese a existir la posibilidad de los embarazos múltiples, la mujer genéticamente está diseñada para tener embarazos de un solo bebé: "El embarazo gemelar se considera de alto riesgo o fuera de lo normal", puntualizó.
El galeno subrayó que el riesgo depende del tipo de embarazo gemelar. Dijo que cuando es una sola placenta para dos bebés se dan algunos inconvenientes como el crecimiento fetal discordante, es decir, que un bebé sale más grande que el otro por la mayor conexión que este tiene a la placenta.
Efectos
Diana Álvarez, ginecóloga, aclaró que con los embarazos múltiples el útero no sufría mayores consecuencias, porque dicha parte del cuerpo tenía la capacidad de adaptarse a la situación.
"Lo que pasa es que todos los cambios del embarazo solo están más exagerados cuando hay dos o más bebés. El volumen de la sangre de la mamá es distinto, el peso también, entre otras cosas. Se tienen más riesgos de preclampsia (estado de hipertensión arterial caracterizado por la presencia de proteínas anormales en la orina, edemas y aumento de peso) y diabetes (patología crónica originada porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo necesita)", enseñó.
Álvarez señaló que las gestantes con embarazos múltiples tienen un control más estricto con distintos especialistas, que los medicamentos (vitaminas) suelen ser los mismos, pero que deben hacerse más exámenes que las mamás con embarazos de un solo feto.
Sobre el momento del alumbramiento explicó: "Los gemelares no siempre tienen que ser por cesárea. Los que comparten la placenta y el saco si deben atravesar ese proceso. Los mellizos, que son de diferente placenta y bolsa y desde que estén acomodaditos con la cabeza hacia abajo, pueden tener parto normal. Si son más de dos bebés siempre será cesárea".
Reproducción asistida
Eduardo Rodrigo Henao Flórez, también especialista en reproducción humana, aseveró que los embarazos gemelares son los más comunes tras un tratamiento de reproducción asistida o de fertilización: "Generalmente por reproducción asistida son de dos placentas y de dos sacos amnióticos, los de menor riesgo para el bebé y la madre".
Henao contó que es muy raro que sin pasar por un tratamiento de fertilidad una mujer quede embarazada de tres o más bebés, que cuando se dan estos casos son producto de medicamentos que inducen al ovario a expulsar más de dos óvulos y que estos embarazos son mucho más difíciles de controlar.
Nutrición en el embarazo
Luz Milena Paternina, nutricionista de la Fundación Nutrir, habló de cómo debe ser la alimentación en los embarazos regulares y en los múltiples. Dijo que no es que la gestante deba alimentarse por dos o por más sino que debe mejorar la calidad de lo que ingiere.
"Las mujeres cuando están en embarazo necesitan más calorías (casi 350 más de lo normal) y proteínas. Eso hace que ella tenga que consumir alimentos más frecuentemente. La calidad hace referencia también a la variedad de alimentos. Tienen que buscar distintas ensaladas, diferentes formas de preparación en todo", apuntó Paternina.
La alimentación en las embarazadas tiene varios objetivos, según la experta. El primero es mantener el estado fisiológico y de salud de la madre y, el segundo, proveer al feto los nutrientes necesarios para que se desarrolle de la mejor manera. Un tercer objetivo de los planes nutricionales de las gestantes es prepararlas para la lactancia.
Paternina puntualizó que cuando son embarazos múltiples, de dos o más bebés, la situación se complica un poco, porque ya son más personas a cargo. Aconsejó que para saber qué se debe comer se debe consultar a un especialista en el tema.

Infografía | EFE | LA PATRIA
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