Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA I Manizales
Índice
Capítulo I
En el que Diana, de siete meses de embarazo, se entera de que tiene covid.
Capítulo II
Sebastián relata el drama de su esposa en la clínica
Capítulo III
El día para celebrar la vida en Versalles
Capítulo IV
Regreso al hogar con Juan Martín, un ángel
Antes de comenzar con el Capítulo I, Diana Janeth Carvajal Salazar dice por qué quiere que los caldenses conozcan esta historia: “Uno no puede perder la esperanza por más que le digan que está mal, el único que tiene la última palabra es Dios”.
Capítulo I
El comienzo de este relato, antes de su final feliz, es con exámenes, fiebre, dolor, contagio, intubaciones, cuidados intensivos... El 10 de enero Diana se enteró de que tenía covid. Las cosas se complicaban para la familia, pues en el segundo piso de la casa, en el Alto Caribe, vive su madre, quien estaba hospitalizada por el virus.
Diana y su esposo, Sebastián, quien dio negativo, se aislaron en la casa. A la hija, de nueve años, la enviaron para donde una hermana. Él asumió el cuidado de la esposa con la preocupación adicional de que tenía siete meses de embarazo.
Ella, en la semana del 10 al 17 de enero, experimentó primero fiebre y luego tos y ahogamiento. Por su condición de materna no podía tomar muchos medicamentos, solo acetaminofén. El viernes en la noche sintió que empeoraba su salud. Fueron a urgencias de Salud Total. “Nos dijeron que estaba bien, que si se ahogaba, la volviéramos a llevar”, recuerda Sebastián. Lo mismo ocurrió el sábado en la mañana cuando regresaron a esa EPS.
Esa noche Diana tosía y se ahogaba. El domingo, una semana después de la prueba positiva, volvieron al urgencia y allí le pidieron a Sebastián que le llevara ropa. Los niveles de saturación de oxígeno de su esposa eran bajos. Pasó la noche allí y al otro día una médica le manifestó a Sebastián lo que él temía: “La vamos a remitir a Cuidados Intensivos”.
La ciudad en esa semana, a dos meses de cumplirse el año del primer caso de coronavirus, pasaba por un momento crítico. La ocupación de UCI alcanzó el 84,25%, lo que configuró la alerta roja hospitalaria. Los casos llegaron a 26 mil 560. Diana estaba en el grupo de las 14 mil 138 personas activas por covid.
Sebastián, quien a esa altura ya había tenido que dejar su trabajo como vendedor en San Andresito, comenta: “Firmé autorizaciones para exámenes y procedimientos. Ese día la ingresaron a la UCI. Duró dos noches normal con oxígeno y el miércoles la intubaron”.
Jhon Jairo Ramírez es el coordinador de la Unidad de Cuidado Crítico de la Clínica Versalles. Recuerda sobre la paciente: “Simultáneamente fue valorada por los servicios de obstetricia y perinatología, que confirmaron que el embarazo era de alto riesgo para la madre y el hijo”.
Añade que la ingresaron a Cuidado Intensivo porque la enfermedad avanzó de manera rápida. En la UCI, describe el especialista en medicina crítica y cuidado intensivo, recibió oxígeno suplementario con cánula (tubo insertado en el cuerpo) de alto flujo con la esperanza de una respuesta favorable.
“...pero la infección seguía comprometiendo cada vez más sus pulmones hasta llevarla a la insuficiencia respiratoria severa refractaria, sin otra alternativa que intubarla para conectarla a ventilación mecánica”.
Las visitas presenciales de Sebastián quedaron suspendidas. “Ella, a los dos días ya estaba inconsciente porque estaba intubada, para eso le aplicaron sedantes. Ya no podía ir a verla para saludarla”.
La familia Valencia Carvajal recibió el apoyo, segundo a segundo del personal médico de la clínica Versalles en Manizales, donde Diana se recuperó de covid y donde nació su hijo Juan Martín.
Capítulo II
Este episodio comienza con la alerta que rememora el médico Ramírez: “Después de 24 horas una nueva complicación empeoró la condición crítica de la paciente. El estrés de la enfermedad ocasionó una ruptura de la fuente poniendo en riesgo la vida del bebé”. El siguiente paso: cesárea.
Sebastián continúa:
*“El doctor me había dicho que al bebé lo dejarían en la barriga el mayor tiempo posible. Sin embargo, la cesárea podría ser necesaria. A los dos días de la intubación, el doctor me llamó que fuera rápido porque tenía que firmar la autorización para el procedimiento”.
*“Me dijeron que era muy riesgoso, que requería la presencia de cinco profesionales, pediatra cirujano; el de la cesárea, anestesiólogo, el internista y el jefe de la UCI porque al estar intubada el procedimiento era muy delicado”.
*“En la tarde del 21 de enero, a las 2:54, nació el bebé. A las 3:15 salió el médico con una cunita de neonatos, en la que llevaba a mi hijo. Me dijo que estaba prácticamente muerto porque nació morado. No respiraba, estaba sedado, y me dijo que iban a hacer lo posible por salvarlo. El bebé tenía una canulita dentro de la boca, ya estaba intubado. El médico tenía una especie de bomba, con la cual le llevaba oxígeno mientras me hablaba. Me dijeron que llamara en tres horas a ver cómo evolucionaba”.
*“Me quedé en quirófanos esperando a que salieran con Diana. Como siempre, por protocolo ante ella con covid, cerraron los pasillos para pasarla. Me la dejaron ver un momento. Ella estaba intubada. El médico internista que estaba en la UCI me dijo: ´Vea, Sebastián, su esposa está en un estado crítico, se puede morir en 10 minutos, en 20 minutos, en un día o dos días, uno no sabe. Si usted es muy creyente, póngase a orar, pídale a Dios que la tenga otra vez con vida´”.
Una pausa para repasar el parte médico del doctor Ramírez sobre este momento:
“Diana regresó a la UCI en estado crítico... entró en shock séptico (afección mortal ocasionada por una infección grave localizada o sistémica que requiere atención médica inmediata), por lo que recibió tratamiento antibiótico de amplio espectro y medicamentos para mantener normal su presión arterial. La oxigenación de los pulmones no mejoraba y requirió de ventilación mecánica en posición boca abajo, sedación profunda y relajantes musculares”.
Las palabras de Sebastián, por instantes, quedan atrapadas en un nudo en la garganta. Toma aire y continúa: “Con ella en UCI en ese estado, y con el niño tres pisos más arriba luchando por la vida, yo estaba destrozado”.
Capítulo III
Tres horas después de las noticias desalentadoras, Sebastián sintió la fuerza de la fe, que él, su esposa y sus familiares han practicado como católicos. “Estables”, escuchó al otro lado del celular. La esperanza, en medio de la oscuridad, revivía, junto con su hijo y con Diana. Sin embargo, el camino todavía era tortuoso.
Sebastián y Diana se conocieron en San Andresito, en Manizales. Ella trabajaba en un almacén de electrodomésticos. En noviembre del 2007 él fue a comprar un televisor. Desde entonces, comenzaron una relación, de la cual nació Manuela, en el 2011.
-Sebastián, ¿en qué momento tenía usted noticias de ellos?
Llamábamos de mi casa en la mañana, al mediodía y en la noche. Los médicos nos iban contando cómo evolucionaban.
-¿Qué siguió luego de que le dijeron que ambos estaban evolucionando?
Todo empezó como más tranquilo. La saturación bajaba, pero volvía a subir. A Diana ya le pudieron aplicar los medicamentos fuertes para contrarrestar el covid. Mi hijo resistió una cánula de alto flujo, algo difícil para un bebé según los médicos, que permite que pase más oxígeno.
-¿Cómo fue lo de la nueva complicación?
A ella le hacían sanación de la cesárea y aparentemente estaba bien. De pronto, empezó a mostrar fiebre. El médico me dijo que eso era delicado a esa altura del tratamiento. Descubrieron una infección por una sustancia del líquido amniótico. Luego, me dijeron que seguía estable, pero que era inminente una traqueostomía (apertura en la tráquea para introducir un tubo y facilitar el paso de aire). Firmé la autorización para ese procedimiento.
Entre tanto, Juan Martín en la sala de neonatos, daba muestras de mejoría. El personal médico, comenta Sebastián, le manifestó que la preocupación fue porque si bien el corazón y los pulmones funcionaban bien, no se sabía si tenía muerte cerebral. Al quinto día, el nuevo miembro de la familia Valencia Carvajal ya recibía tetero por una manguerita e iba para arriba con la recuperación.
De nuevo estamos con Diana. Los médicos sabiamente, reconoce Sebastián, esperaron hasta lo máximo en busca de evitar la traqueostomía. Si se complicaba, se la hacían. Las buenanuevas estaban por llegar.
“El médico me tenía las sorpresas: que la habían desintubado y que respondió muy bien. Además, que no había que hacerle la traqueostomía”.
Las cosas iban por buen camino y Diana estaba a punto de pasar a cuidado intermedio, lo que significa que evolucionaba bien. Poco a poco recuperaba la conciencia y quería saber de su madre y de su hijo. Una videollamada le alegró el corazón. El personal de Versalles estableció una comunicación entre cuidados intensivos y neonatos, allí estaba su hijo en franca recuperación.
El coordinador de la UCI en Versalles añade: “Después de más de 15 días, las condiciones clínicas de Diana comenzaron a mejorar. Las complicaciones se fueron resolviendo, hasta conseguir la recuperación del estado de conciencia y la capacidad de respirar sin necesidad del respirador”.
Al mismo tiempo Juan Martín vencía el infortunio de sus primeros días de vida. El médico agrega: “El bebé también toleró el retiro de la ventilación mecánica, ganaba peso y su desarrollo neonatal era satisfactorio a pesar de su prematurez”.
Luego siguieron las terapias y la recuperación en casa, con la familia. La madre de Diana, luego de una traqueostomía, también se recupera de manera satisfactoria. Es como una unión de la ciencia y la fe para salvar estas vidas. César Augusto Patiño, párroco del Sagrado Corazón, tiene una conclusión: “Lo que se sale de la razón y de la ciencia, cuando todo parece perdido, es adjudicado al Todopoderoso”.
Capítulo IV
-Diana, ¿usted sintió algo en esos 22 días de sedación, por ejemplo, la familia le hablaba, en algunos casos en videollamadas para darle ánimo?
“No, lo único era que soñaba atravesando redes y más redes. Y soñaba con una hermana. Me sentía como en otra dimensión”.
-¿En qué momento puede ver, de manera física, a su hijo Juan Martín?
Gracias a Dios los médicos hicieron todo para traerlos el mismo día y a la misma hora. A mí me trajeron en una ambulancia y al bebé lo trajo mi esposo en un automóvil. Sentí mucha emoción, lo había visto en la clínica por videollamada, pero aún estaba muy sedada. Fue una alegría inmensa sentirlo conmigo.
-¿Cómo se encuentra Juan Martín?
Bien, gracias a Dios. Seguimos en recuperación, yo hago ya más cosas sola.
-Entiendo que ustedes se encomendaron a varios santos...
Pertenezco a la comunidad María Mediadora. Soy de una fe muy grande. Antes de que me intubaran, le entregué todo a Dios y a la virgencita. Al Señor de los Milagros le dije que hiciera una obra en mí, que hiciera en mí lo que quisiera.
-¿Mucha gente los acompañó en estos momentos?
Sebastián responde: “Diana es muy extrovertida, la conoce mucha gente porque maneja el negocio de electrodomésticos. Cuando se dieron cuenta de que estaba tan enferma hicieron muchas llamadas, oraciones. Además de los de María Mediadora, había gente incluso de otras religiones. Mi familia y la de ella nos acompañaban con rosarios, coronillas, todos la encomendaban”.
Las unidades de cuidado intensivo son sitios supremamente dolorosos para el paciente y para las familias”. Lo dice María Cristina Florián, secretaria general de la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo. Agrega: “La UCI también es el sitio donde se fabrican los milagros, donde entendemos la grandeza y resiliencia del ser humano y por fin comprendemos la frase del famoso escultor Bernnini: ´Donde hay muerte, hay un nuevo significado´”.
Al terminar el cuarto capítulo, Sebastián también comenta por qué compartieron esta historia: “Primero, está claro que debemos amar cada momento a nuestros seres queridos ahora que están vivos. Segundo: hay que servir a las personas, nos dimos cuenta de que había mucha gente ayudándonos. Y tercero: hay que seguir el camino de Dios, siempre estuvo con nosotros”.
Algunos datos
Los siguientes datos son del Instituto Nacional de Salud y de la Territorial de Caldas sobre casos de gestantes con covid:
En Caldas
Infectadas: 104
Fallecidas: 0
En Colombia
Infectadas: 7 mil 710
Recuperadas: 7 mil 643
Fallecidas: 67
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